Llorar por dentro

 
Viendo las imágenes de la tragedia nipona cualquiera diría que los japoneses no lloran; y es que su cultura les ha enseñado durante milenios a no exteriorizar los sentimientos tristes y negativos y, por el contrario, cuando su comportamiento tiene como resultado relaciones positivas con los demás, son premiados.
Para los nipones, exteriorizar el sufrimiento implica cargar de energía negativa a quienes les quieren o a quienes están a su alrededor; pero esto no significa que no estén sufriendo, el dolor va por dentro de cada japonés de la misma manera que lo estaría dentro de nosotros los latinos, si estuviéramos en su caso. 
Desde luego que su comportamiento parece más loable que el nuestro, ya que nosotros exteriorizamos todo, y estamos acostumbrados a que nos vean llorar, lamentarnos y causar pena, en una actitud egoista, pensando en nosotros, en aliviar nuestro dolor, y olvidándonos de quienes están a nuestro lado. Hoy me he acordado nuevamente de los japoneses y pienso en su llanto interno y en toda la tristeza que deben albergar sus vidas, pero al mismo tiempo confío en que occidente les enseñe a llorar también por fuera para que las nuevas generaciones sean más felices.