Según Transparencia Internacional (TI), los partidos políticos son considerados organizaciones corruptas por el 68% de los ciudadanos en el mundoSiempre que hay elecciones es común hablar de los cambios de camiseta de quienes aspiran a las candidaturas o de reacomodos y desprendimientos en grupos y equipos políticos. Los amagos de abandonar las filas del partido en el que se milita y donde se busca ser nominado, las deserciones y el abandono de plano del partido o la causa están a la orden del día. No obstante, el asunto de las deslealtades y traiciones, por desagradable y condenable que parezca a primera vista tiene un trasfondo interesante a la luz de la ciencia política.Para un sector de la comuna cañetana, el político es como una prostituta. No tienen valores, principios, solvencia moral y la traición es parte de su vida diaria.Más de uno dijo que los tiempos pre electorales permiten al ciudadano de a pie conocer quienes son aquellos personajes (hombre y mujeres), cuya patología de las traiciones y simulaciones es consustancial a la hora de hacer política. “Los cambios de bando político partidario implican desconocer la voluntad popular y romper el vínculo de representatividad”, dijeron, tras puntualizar que es en esta época donde algunos políticos ponen al descubierto su carencia de valores o convicciones.Los más analistas dijeron que el transfuguismo o político prostituto no sólo ofende la inteligencia de los ciudadanos por su carga de cinismo inherente, sino que vulnera a las instituciones políticas por la inconsistencia ideológica de quienes ejercen roles de autoridad en las mismas. “El problema no son los oportunistas, sino los partidos que acogen a los “trapecistas políticos”, porque se nutren de tránsfugas potenciales”. Acotaron.
NOTA DE REDACCIÓN: Los partidos políticos son considerados organizaciones corruptas por el 68% de los ciudadanos en el mundo, según un informe publicado hoy por la organización Transparencia Internacional (TI).