Del artículo de Antonio Lorca en El País:
“…Lo mejor, sin embargo, es que los toros volvieron a TVE gracias a la labor de muchos que ayer tenían sobrados motivos para la sonrisa; lo menos bueno es que no fue un corridón, ni siquiera una corrida de las que hacen afición. Fue un festejo más, de los muchos que la modernidad trae debajo del brazo, cómodo y anodino, con unos toros sin poderío, blandos y descastados, a excepción de los dos últimos, muy encastados, que descubrieron que, cuando sale el toro, sobra medio escalafón. El Juli volvió a ser ese torero tan poderoso como frío; Manzanares, que reaparecía tras su lesión en la mano derecha, de la que fue operado el 10 de julio, naufragó con el brioso quinto, y Talavante fue un torero vulgar ante el repetidor sexto. Y los demás toros, birriosos, enfermos de invalidez y sosería, tan moda hoy día. Y los picadores salieron al ruedo, hicieron una caricatura de su oficio y marcháronse.
Es evidente que así no se hace afición, lo que debe ser tenido en cuenta para posteriores ocasiones, que ojalá las haya porque hay toros en el campo y toreros en el escalafón para crear emoción y nuevos aficionados.
Por cierto, buena y austera retransmisión televisiva, con evidente economía de medios. Nada que ver, por tanto, con los años felices en los que TVE se volcaba con la fiesta: 24 corridas retransmitió en el año 2000; 15, en 2001; 17, en 2002; 19, en 2003; 11, en 2004, 9, en 2005, y 12, en 2006, año del cierre hasta ayer. Y el coste total de las retransmisiones de esas 107 corridas fue de 19.830.391 euros. Ayer, lo comido por lo servido, porque nadie cobró.
Y otro detalle: debutó como comentarista El Niño de Capea, sabio, didáctico y excesivamente triunfalista y generoso con toros y toreros.
Al final de la corrida, un rictus de felicidad por el derecho recuperado; pero un rictus tristón porque la corrida no respondió a las expectativas. La que respondió fue TVE: en cuanto El Juli y Talavante salieron por la puerta grande, los cursis, malvados y pendencieros personajes de telenovela ocuparon de nuevo la pantalla. ¡Vaya educación para los niños…!”
Del post de Pérez Alarcón en su blog “Y digo yo…”:
“…Para ser la primera vez que TVE ha apostado por la fiesta - en un momento tan crucial por muchos acontecimientos externos - y teniendo en cuenta el esfuerzo por hacer realidad este regreso, debemos exculpar a los causantes de la imagen, poco positiva en algunos momentos, que se ha dado de la fiesta, pero quizás para la próxima vez hay que advertir a los rectores de la televisión, que su ubicación y localidad para retransmitir pudiera ser una plaza de mayor entidad, con unos profesionales y ganaderías más exigentes, y tal vez la emoción, integridad y pasión que hemos vivido a las 6 de la tarde, cuando los toros regresaban a la televisión, y los toreros realizaban el paseíllo, se transmita y se sienta durante toda la corrida, y hasta que sea arrastrado el último toro. Eso, reitero - la televisión de todos los españoles -, nos la debe a todos los aficionados para otra ocasión y que hemos tenido un sentimiento encontrado, de felicidad por un lado, y cierta desesperanza por otro, cuando hemos visto que la lidia y transcurso de esa corrida de toros por televisión ofrecía ciertos aspectos poco saludables para la imagen de la fiesta. Cuando esto último ocurra la felicidad será completa. Espero que sea pronto.”
Foto: REUTERS
