Hace ya unos años , que colecciono móviles de viento. Están colgados por zonas de mi casa y se van acumulando según los viajes o lugares en los que encuentro uno que me guste y con los que me obsequian los amigos. En los primeros tiempos, no era muy exigente con el tipo de móvil. Llegué a colgar uno horrible ( de los chinos) de unas mariposas de purpurinas de todos los colores, que brillaba tanto al sol y se veía tan bien entre las ramas de los árboles, que sólo por efecto visual le perdoné la vida…El aire , no. Lo destrozó…Además de esa cosa , caí en algunos de esos “tipo-souvenir-típico-que-está-en-todas-las-tiendas-de-cerámica-de-España” . Son los de campanitas blancas , a las que según la población, les escriben a mano : Recuerdo de Ibiza, Recuerdo de Sevilla o lo que sea...Estos, por abuso, tampoco están ya en mi colección. El tiempo, los ha ido deteriorando y, cuando ya sólo quedaba una campanita sin badajo, pasaron a mejor vida y nunca más fueron reemplazados.
Los que quedan y los que vienen, tienen un significado especial o son el recuerdo de un lugar. Normalmente, emiten sonidos armoniosos cuando los mueve el viento y chocan las cuentas de cristal, las cañas de bambú, las campanitas indias o los delfines de hierro y conforman una Banda Sonora que forma parte de mi rutina y…sólo cuando la brisa los acaricia.
En Méjico, los utilizan como detectores de movimientos de tierra. En Estados Unidos, dicen que son para expulsar a los espíritus. En Argentina, son llamadores de ángeles …Los atraen. Los expertos de Feng Shui los ubican en las entradas y en los patios para hacer circular las malas energías… Para todo eso sirven los móviles ( y yo sin saberlo ; – ) ). Además, mis móviles son “arte cinético”. Ni más ni menos. Su máximo exponente fue Alexander Calver , artista americano, que desde 1932 hasta su muerte , fascinó al mundo con sus obras de arte móviles. Esta es una de las que más me gustan :
En la entrada a mi casa ( para dar la Bienvenida) hay una zona de “arte estacional”. Lo llamo así, porque lo cambio según las estaciones del año …más o menos. Además de un cuadro, hay un móvil ( llamémoslo, preferencial) que suele ser, también, “del tiempo”.
Este verano, esta era la composición. El cuadro de estrellas marinas y un móvil , que viajó desde Menorca en forma de regalo.
Esta Navidad , mi casa ha girado en torno a una estrella blanca. Y directo de Estocolmo, los mismos porteadores del móvil de Menorca, me trajeron una delicada pieza de diseño escandinavo, minimalista y…preciosa. Colgué el móvil, inmediatamente y me encantó como quedaba.
A la luz del día, me llevé otra sorpresa. Este móvil, no suena cuando lo mueve el viento pero, en cambio, danza con la luz y proyecta puntitos de luz , con un efecto increíble.
Ni que decir tiene, que la estrella blanca, encantada de la vida… ; – )
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