Desde que existe Google Maps no sabemos ir de un punto a otro sin consultar la aplicación. Ya no preguntamos al primero que nos cruzamos por la calle, y los mapas de las marquesinas de autobús son simple atrezzo de la ciudad. Pero nos hemos dejado llevar, y con mucho gusto, por la comodidad de buscar una dirección y, en menos de un segundo, tener en la palma de nuestra mano la manera más rápida de llegar a nuestro destino. Esta aplicación mejora por momentos, y ahora, además, informa de si un lugar es accesible o no para personas con movilidad reducida.
Revista Salud y Bienestar
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