Lo que se está jugando hoy en Cataluña no es la creación de un nuevo Estado. Tampoco es el derecho a decidir de los catalanes. Ni, por supuesto, el final de un expolio fiscal perpetrado por España. Lo que de verdad se está jugando en estas fechas es la libertad de los catalanes. Pura y llanamente. El auge independentista es un auge liberticida. La libertad es el precio que los secesionistas pretenden hacer pagar a los catalanes por su independencia.