Lo que el cerebro elige ignorar y su relación con el Coeficiente Intelectual
No te pierdas nuestros artículos ¡Sigue a Psyciencia! Seguir a @psycienciaAlejandra Alonso | On 05, jul 2013
Se suele relacionar a la inteligencia con el poder procesar información de manera rápida y eficaz, pero una nueva investigación sugiere que el coeficiente intelectual está más relacionado con la capacidad del cerebro de ignorar estímulos irrelevantes.
El estudio, que fue publicado en el journal Current Biology, sugiere nuevos caminos para medir la inteligencia que están menos sesgados por el conocimiento cultural, a diferencia de otros test que miden el CI que han sido objetos de muchos reclamos por esto. También podría ayudar a explicar el talento intelectual de algunas personas con autismo.
El estudio
Científicos liderados por Duje Tadin, profesor adjunto de ciencias cognitivas y del cerebro en la Universidad de Rochester, estudiaron a 67 personas en dos experimentos similares. Antes de empezar, se les administró a todos los participantes tests de CI: a los primeros 12 se les tomó versiones abreviadas, el resto realizó la batería completa. Luego de esto, se les pidió que miraran videos de objetos pequeños y grandes que se movían, muy ligeramente, hacia la derecha o la izquierda de una pantalla y trataran de identificar la dirección del movimiento.
Los científicos sabían que rastrear objetos grandes es más difícil, posiblemente porque en el mundo natural, los grandes movimientos de fondo suelen ser irrelevantes para la actividad humana, así que el cerebro las descarta o ignora. automáticamente.
Resultados
Los investigadores encontraron que la diferencia entre la habilidad que tiene un individuo de identificar correctamente el movimiento entre objetos pequeños y grandes estaba fuertemente vinculada con el CI. “Cuanto más les costaba los grandes y cuanto mejores eran con los pequeños, mejor era su CI,” explica Tadin.
En otras palabras, la inteligencia podría requerir un canje entre tu habilidad para identificar el movimiento de objetos pequeños y el ser capaz de hacerlo con los grandes. Tadin y sus colegas llamaron a la medida de la habilidad el “índice de supresión.”
“Este es el primer estudio que he visto que muestra que la misma habilidad para inhibir información irrelevante y distractiva [en bajos niveles] está correlacionada con funciones más elevadas de orden,” dice Scott Barry Kaufman, profesor adjunto de psicología en la Universidad de New York, quien no estaba asociado al estudio.
“Los primeros psicólogos, incluyendo a Galton, Cattel y Spearman, propusieron que la inteligencia y las discriminaciones sensoriales simples son constreñidas por procesos neuronales comunes, prediciendo un vínculo íntimo entre estos. Sin embargo, no hay evidencias sólidas que apoyen esta hipótesis. Aunque las personas con mayor coeficiente intelectual (CI) son más rápidas en el procesamiento de estímulos sensoriales, estos descubrimientos ampliamente replicados explican una relativamente modesta proporción de la variancia en el CI. La velocidad de procesamiento por sí sola es una pobre pareja para las demandas de procesamiento de información del sistema neuronal. Nuestros cerebros operan con abrumadoras cantidades de información, y en consecuencia, su eficacia es fundamentalmente constreñida por la habilidad de suprimir información irrelevante,” escriben los autores.
“Aquí mostramos que la variación individual en una simple tarea de discriminación visual, que refleja tanto velocidad de procesamiento como supresión perceptual, se correlaciona fuertemente con el CI. Los individuos con alto CI, aunque rápidos al percibir movimientos pequeños, exhiben desproporcionadamente grandes discapacidades en la percepción de movimiento cuando se aumenta el tamaño del estímulo. Estos descubrimientos vinculan a la inteligencia con bajos niveles de supresión sensorial de patrones de movimiento grandes – estímulos con apariencia de fondo que son ecológicamente menos relevantes. Conjeturamos que la habilidad de suprimir irrelevancias y procesar rápidamente información importante fundamentalmente constriñe tanto a la discriminación sensorial como a la inteligencia, proveyendo una base de información-procesamiento para el vínculo observado,” explican los autores.
Implicaciones
Autismo
Ese tipo de habilidad puede estar tanto perturbada de alguna forma como aumentada en otras en el autismo. En estudios previos, Tadin examinó el procesamiento sensorial en personas con autismo, y encontró que los niños con autismo eran dos veces más efectivos en la detección de movimiento de objetos de alto contraste al igual que los niños con un desarrollo normal. Esta sensitividad resaltada podría explicar porqué a las personas con autismo les abruman frecuentemente las experiencias sensoriales fuertes, como luces brillantes y los sonidos altos que la mayoría de nosotros registramos pero ignoramos.
Tal sensibilidad, sin embargo, podría estar vinculada con los talentos intelectuales de los individuos autistas (y evaluar esta clase de habilidades sensoriales podría revelar inteligencia que no es capturada por las pruebas tradicionales de inteligencia). “La gente con autismo altamente funcional es muy buena en concentrarse en los aspectos locales de la percepción e ignorar totalmente el cuadro más grande,” dice Kaufman. “Este nuevo paradigma podría [ofrecer una forma] de medir la inteligencia de las personas autistas, lo cual es subestimado con frecuencia porque los tests están cargados verbalmente.”
Pero aunque parezca que el índice de supresión estaría más relacionado con los aspectos visuales y espaciales del CI, la medida mostró en realidad una conexión más fuerte con la inteligencia verbal. “Eso nos tomó por sorpresa,” dice Tadin. El sostiene que el CI verbal tiene la correlación más fuerte con el puntaje total, pero no es claro porque la conexión apareció con esta habilidad.
Niños que viven en ambientes carenciados
Ni Tadin ni Kaufman ven al nuevo test como un reemplazo para los tests de CI, pero si futuras investigaciones confirman la fuerza de la correlación entre el índice de supresión y el CI, y determinan cómo cambia con la edad, podrían ayudar a proveer información adicional sobre inteligencia. Por ejemplo, podría ser útil para niños que viven en ambientes desventajosos cuya inteligencia en tests de CI podría aparecer artificialmente baja porque no han recibido el tipo correcto de estimulación intelectual o no han sido expuestos al mismo ambiente cultural reflejado en las preguntas del test.
Las tecnologías
La investigación también muestra cómo las habilidades intelectuales pueden apoyarse en la habilidad de evitar las distracciones. Y eso levanta preguntas interesantes sobre el impacto que las constantes distracciones del mundo digital podrían tener en el intelecto de las generaciones futuras. “Se está haciendo cada vez peor,” dice Tadin sobre la tecnología que nos rodea y divide nuestra atención. Para mantener nuestra inteligencia, agrega, “necesitamos filtrar algunas de estas cosas.”
Fuente: Healthland; Current Biology
Imagen: Aaron Landry en Flickr