Cuando los telediarios no dejan de lanzar campañas sobre la necesidad de ser prudentes en la carretera, cuando la crisis de autoridad toca fondo y los adolescentes reclaman su espacio de actuación, cuando el tiempo pone las cosas en su sitio aunque a veces sea de manera dramática… entonces es más necesario ver este cortometraje, que bien podía ser un spot de tráfico, educación o servicios sociales. Lo firma Jaime Yessid Méndez G. y sólo dura minuto y medio, pero cada plano esconde sabiduría de la vida y buen uso de la imagen.
Vemos el tiempo congelado en un reloj que estalla por los aires, o en una fotografía amarillenta que habla de un pasado remoto, y también el recuerdo de unos pensamientos que se esfuman entre el remordimiento y el deseo de reparación. Y, en medio, un padre arrepentido de no haber dicho lo que sentía, de no escuchar cuando podía, de no haber aprovechado los días para disfrutar de lo que más quería. La familia como lugar de acogida y la segunda oportunidad como algo que todos merecen, la culpa que asfixia y la muerte que libera y empuja a recapacitar… porque de todo se aprende, aunque a veces pueda ser demasiado tarde. Por eso, os recomiendo ver este trabajo y después… pensar, escuchar, comprender, compartir.
&En la imagen: Fotograma del vídeo editado por Jaime Yessid Méndez G © 2007. Todos los derechos reservados.
Publicado el 26 Septiembre, 2011 | Categoría: 6/10, Año 2007, Cortometrajes, Cortometrajes
Etiquetas:familia, felicidad, Jaime Yessid Méndez G.