Sí, ¡lo conseguí! Gran parte de las cosas buenas que me han pasado en este 2015, están dentro de este tarro.
Al comenzar el año me propuse escribir cada día una cosa buena que me hubiera pasado y meterla en un bote: El tarro de las cosas buenas del 2015, para, al final del año, poder leerlos todos y recordar cada momento. ¿Os animáis a hacerlo para el 2016?