¡Buenas noches!
Ayer mismo fue un intenso día en Valencia: vino Isabel del Río de Barcelona y tuve la suerte de poder acompañarla durante el día, tuvimos la Neo Party con la maravillosa Laia y por la tarde fue la Fiesta del Fin del Mundo en el Bibliocafé. Un día completo en el que me dio tiempo a hacerme con varios libros y a empezar algunas lecturas.
A Saira nunca le ha gustado su aspecto. Es rubia, tiene los ojos azules y todos la llaman kharami, o lo que es lo mismo, bastarda. Vive en Afganistán con su hermana, su madre y su abuelo, y cree tener ocho años. Cuando Ramin −un hombre cruel y fiel seguidor de los talibanes− entra en su vida, la desgracia se cierne sobre su familia para siempre.
Pero no todo está perdido para Saira. La pequeña logra viajar a Valencia gracias a las tropas españolas y crece envuelta en el cariño de su familia de acogida, aunque las pesadillas de su pasado no dejan de visitarla. Cuando Pablo le ofrezca la posibilidad de abrirse al amor, ¿conseguirá sanar las heridas de su niñez y empezar a ser feliz?
Querría destacar una que comencé ayer y que tiene un gran significado tanto para la autora como para sus lectores. Hace un tiempo, una autora luchó por su sueño. Y todo esfuerzo tiene su recompensa.
A esta obra en especial le tiene muchísimo cariño. Me preguntaba por qué Anabel Botella enfatizaba tanto la importancia de Ojos azules en Kabul hasta que ayer la empecé a devorar.
No llevo mucho, pero la evolución de Anabel como autora es increíble y la historia te parte el corazón. Muy, muy pronto, reseña.