Lo que he visto esta semana…por César del Campo de Acuña
Dirección: Andrew Dominik.
País: Estados Unidos.
Año: 2012.
Duración: 97 minutos.
Género: Crimen. Thriller.
Guion: Andrew Dominik (Novela: George V. Higgins).
Reparto principal: Brad Pitt, Scoot McNairy, Ben Mendelsohn, Richard Jenkins, James Gandolfini, Ray Liotta, Vincent Curatola, Trevor Long, Max Casella, Slaine y Sam Shepard.
Música: Varios.
Fotografía: Greig Fraser.
Montaje: John Paul Horstmann y Brian A. Kates.
Vestuario: Patricia Norris.
Decorados: Leslie Morales.
Diseño de producción: Patricia Norris.
Estreno en Estados Unidos: 30 de noviembre de 2012.
Estreno en España: 21 de septiembre de 2012.
Killing Them Softly
Todo aquel me conoce bien sabe que soy un apasionado del fantástico (en todas sus formas y colores) y del cine negro. Del ultimo genero mencionado devoro, prácticamente, todo lo que aparece o a aparecido en la gran pantalla desde mediados de los años 90 y aunque sean producciones pequeñas, no dudo ni por un segundo en invertir mi dinero en pagar una entrada que me lleve a pasar 90 minutos en compañía de gangsters, asesinos profesionales, policías corruptos, fulanas de tres al cuarto, periodistas metomentodo, historietistas (como diría el inmortal Ibáñez) y en general gente de mal vivir y peor por venir. El caso es que, cuando me entere de la existencia de Mátalos suavemente, no pude sino alegrarme; el sugerente y aterciopelado titulo adivinaba uno de esos films propensos a terminar en mi videoteca en formato físico al que volvería de cuando en cuando con el único propósito de encontrarme con los viejos amigos atrapados en su pequeño universo de pavimento humedecido. Lamentablemente para mí, y como me ha pasado con tantas otras de las cintas que se han paseado por Lo que he visto esta semana, la deje escapar en cines y no fue hasta un día que la adquirí, cargado de buenas expectativas derivadas de críticas razonablemente favorables, que me di cuenta de la realidad: esta película es la apología del tedio.
¿Por donde empezar?…bueno, pues por su director, Andrew Dominik. El hecho de que el máximo responsable del film fuera el cineasta neocelandés/australiano ya tendría que haber hecho que mi sentido arácnido se disparara. Ninguna de sus películas anteriores me gusto especialmente; Chopper (2000) tenia su aquel, pero fundamentalmente por la transformación de Eric Bana (parece que salvo Hugh Jackman todo actor australiano que quiera salir de las antípodas tiene que hacer un papel de macarra) y El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007) me pareció pretenciosa e irrelevante desde el punto de vista narrativo y si la historia no consigue engancharme, no hay nada que hacer. Algo similar es lo que ocurre con Matalos suavemente; el ritmo pausado que Dominik imprime en la acción resulta extraordinariamente pesado y en sí la trama no es nada nuevo bajo el sol, pero esa intención clara de ser un film en el que cada escena (especialmente las de Brad Pitt) es una metáfora (bastante burdas, por cierto) a la par que una critica al “descorazonador capitalismo” en el que la humanidad se revuelca, mata a la producción y lo que es peor, no lo hace suavemente, sino torturando al espectador durante 97 minutos con un mensaje subyacente sujeto por alfileres.
Por otro lado el guión es un despropósito que parece buscar desesperadamente el carisma de los textos criminales de Tarantino. Andrew Dominik, que se atreve con el guión, intenta por todos los medios posibles convertir a Jackie (el personaje al que Pitt da vida) en el nuevo asesino a sueldo enrollado de la presente década, otorgándole frases que parecen ser pensadas para ser repetidas hasta el mareo e impresas en camisetas, pero fracasa miserablemente. Las conversaciones entre los personajes son agotadoramente largas y lo que es peor, resultan en su mayoría del todo irrelevantes e insustanciales. Oigan, no crean que soy de esos que exigen que cada coma signifique algo, pero si me enfrento a doce minutos de dialogo espero sacar algo más que los datos suficientes para confirmar que uno de los interlocutores es un témpano de hielo y el otro un cretino de tomo y lomo. Con esto dicho ¿alguien me explica el motivo de la presencia de James Gandolfini en esta película? ¿Nadie?…a sí, que su personaje esta ahí para hacer aun más evidente las metáforas que sirven para criticar a la sociedad de consumo y poco más (otra de esas películas que fueron un cajero para Gandolfini). Con esto dicho, no quiero negar el pan y la sal a los actores, toda la culpa de la irrelevancia de este film recae en los hombros de Andrew Dominik, un tipo que como director (en la definición de la palabra), no sabe decidir que es lo que quiere hacer; por un lado quiere acercarse lo más posible a Tarantino (diálogos, personajes, música…) y por otro quiere darnos a todos una lección y claro, eso rara vez funciona.
Pero ¿es todo negativo? No, no y no. Desde el punto de vista técnico, la película rinde a un buen nivel, pero claro, entiendo que nadie va al cine con el fin de ser deslumbrado por el diseño de producción y la fotografía; el público ve película para que les cuenten historias y si estas son presentadas como una critica episódica (poca fluidez entre escenas y cortes abruptos entre ellas) de escaso interés (por lo que huelen los manidos reproches cinematográficos a el capitalismo salvaje) ni el entretenimiento se saca de ellas. Aburrida, pretenciosa, indecisa y lo que es peor irrelevante, Matalos suavemente quiere ser primer violín cuando ni siquiera ha puesto un pie en un conservatorio. Irónicamente, en uno de los extras, el director dice que pretendía mostrar lo tedioso y rutinario que podía ser el trabajo de un asesino a sueldo.
Una desafortunada y decepcionante perdida de tiempo ideal para todos aquellos a los que les gusta puntuar sin ver. Si gustan de la pretensión, de los diálogos largos e insustanciales, de los personajes sin matices y de las metáforas simples, Mátalos suavemente es para ustedes, pero claro, que sabré yo, si soy un tipo que adora Payasos Asesinos del Espacio Exterior.
Que me ha gustado: la fotografía y el diseño de producción. La escena/montaje de la historia de Ray Liotta. La escena del atraco a la timba ilegal. La escena de la paliza que recibe el personaje de Ray Liotta.
Que no me ha gustado: el ritmo y la sensación de estar atrapado en una historia que nunca llega al climax. Lo pretenciosa que resulta. Sus metáforas burdas.
Curiosidades:
- Se pensó en Mark Ruffalo, Sam Rockwell y Javier Bardem para interpretar a algunos de los personajes que aparecen en la película.
- Otra actriz que pudo participar en el film fue Zoe Saldana.
- El personaje interpretado por Richard Jenkins no aparece en ninguna escena de pie. Siempre aparece sentado en un taburete o en su coche.
- El ministro de cultura turco en el momento que se estreno la cinta, la encontró tan ofensiva que pidió que se subiera su recomendación por edad de mayores de 13 años a mayores de 18 y si era posible que fuera retirada de cartelera.
- En la película aparecen Ray Liotta, actor que pudo interpretar a Tony Soprano en la galardonada serie de la HBO Los Soprano, y James Gandolfini el hombre que finalmente y durante siete temporadas le dio vida.
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