El Presidente Kennedy no cumplió su parte cuando –en la invasión a Playa Girón– dio la espalda y dejó a esos soldados a la buena de dios. El Presidente Carter abrió las puertas para que por la Bahía del Mariel, salieran los cubanos descontentos y así dar respiro a la dictadura cubana. La estampida solo sirvió como válvula de escape para mermar la presión interna en el archipiélago. El Presidente Clinton hizo algo parecido al aceptar otra oleada de resentidos por la estafa social del régimen totalitario, cuando en 1994 llenó con ellos la Base Naval de Guantánamo. Por solo citar algunos de los momentos significativos donde los Estados Unidos han sido el mejor aliado del tirano.
Pero, como si fuera poco, ahora el Presidente Obama siente la misma debilidad de sus predecesores e intercambia espías condenados por hechos de sangre por un grupo de inocentes disidentes que su único “delito” ha sido clamar por democracia, la que nos ha sido privada por más de medio siglo.
El presidente norteamericano presenta como excusa que “el embargo no ha cumplido con su cometido”, como si tener a los hermanos Castro asfixiados económicamente no fuera suficiente, como si romperle sus planes de férrea dictadura no justificara la medida.
Como buen ejercicio mental, habría que preguntarse qué sería de Cuba hoy si las medidas comentadas en este post, entre otras, no hubieran sido tomadas por el Partido Demócrata. Sé que muchos se cobijan en el sufrimiento del pueblo cubano, los ciudadanos de a pie, los desprotegidos, en que esos son los que pagan las consecuencias, y lo dicen como si nuestra realidad fuera diferente.
Al final, creo que mejor es un trago amargo y no padecer a sorbos. Tampoco creo, ni siquiera, que esos que han emigrado y en su gran mayoría arreglaron sus problemas económicos, no sean también victimas en la actualidad, ya que sufren despertar en una tierra ajena. Todos sueñan con sus calles, familiares y amigos, por ende, sufridos como los que permanecen dentro de la nación.
Lo cierto es que los Demócratas de los Estados Unidos han sido los mejores aliados de la asmática “revolución” cubana.
Ángel Santiesteban-Prats
Prisión Unidad de Guardafronteras. La Habana. Marzo de 2015.
El pase de diapositivas requiere JavaScript.