Revista Salud y Bienestar

Lo que no pueden recetar los médicos

Por Miguel @MiguelJaraBlog

Muchos médicos receten medicamentos para enfermedades para las que no están aprobados. Esto se denomina uso off label y dada su peligrosidad es una práctica prohibida, ilegal. Así lo documenta el informe que aparece en la edición en línea del 6 de agosto de la revista Mayo Clinic Proceedings. Muchas personas que son tratadas con fármacos “fuera de indicación” no saben que los medicamentos que les recetó el médico no cuentan con la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos u otras agencias reguladoras de fármacos. Esto es algo muy común pero ¿hasta qué punto? Un informe de 2006 reveló que entre los medicamentos más comunes, alrededor de una de cada cinco recetas era para un uso fuera de indicación. Por ejemplo, algunos antidepresivos se consideran como tratamiento primario para el dolor neuropático, aunque ese uso no haya sido aprobado por la FDA.

La morfina, al igual que muchos broncodilatadores inhalados, antimicrobianos, anticonvulsivos e inhibidores de la bomba de protones, también se recetan a niños sin la aprobación de la FDA para su uso pediátrico. Investigaciones anteriores han mostrado que alrededor del 79% de los niños tomaban al menos un fármaco fuera de indicación cuando fueron dados de alta de un hospital pediátrico.

A los pacientes, por lo general, no se les informa que están tomando un medicamento de modo que no ha sido aprobado por las autoridades sanitarias pero cuando un medicamento es utilizado para una indicación no autorizada, el médico que lo ha prescrito puede tener responsabilidad civil y penal en caso de que produzca efectos indeseados y haya una denuncia de familiares. A las farmacéuticas no se les permite promover los usos fuera de indicación de sus medicamentos. Hacerlo puede resultar en multas sustanciales. Por ejemplo, hace poco GlaxoSmithKline aceptó pagar la histórica cifra de tres mil millones de dólares para resolver un caso sobre un supuesto mercadeo para el uso fuera de indicación de un fármaco y Merck Sharp & Dohme recibió una multa de 322 millones de dólares por supuestamente promover el analgésico Vioxx para un uso fuera de etiqueta (este fármaco provocó miles de muertes entre otros motivos por este uso prohibido).

La práctica además le sale muy cara al sistema sanitario público y por ello desde instituciones de prestigio como la Fundación del Instituto Catalán de Farmacología han pedido que se ataje esta corruptela con el objeto de ahorrar cantidades de dinero muy destacadas. ¿Qué podemos hacer nosotros? Pues fácil, cuando en la consulta médica nos vayan a recetar un fármaco, preguntad si está aprobado para la indicación que ha diagnosticado el médico. Podéis acompañar vuestra petición con informaciones como esta que hacabáis de leer .


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