Hoy, en clase, han puesto un trozo de El séptimo sello, de Bergman. En la primera escena -el comienzo del film- aparecía un ave suspendida en el aire. La mofa ha sido general, a todos nos parecía demasiado evidente que había un hilo de coco que sujetaba al animal.
Pero no es así, el plano es real. Igual que las gaviotas en el puerto, este animal está suspendido, aprovechando las corrientes de aire.
Los efectos digitales nos han convertido en espectadores más precavidos, que dudamos de la construcción de los planos, y de la realidad que intentan transmitir. Eso sí, haber quién es el listo que podía imaginar que muchos exteriores del cine son de color verde o azul (croma):
Con este vídeo -y los demás del canal- la empresa Stargate Studios muestra a los clientes potenciales qué sabes hacer, y cómo trabajan. Es muy recomendable darse una vuelta por su web, y dejarse sorprender con lo que el espectador no suele ver.