En numerosas ocasiones he manifestado mi rechazo al aborto pero mi respeto a quien lo ha sufrido porque no ha tenido fuerzas o apoyo para tomar la decisión correcta, que es dar a luz y cuidar a esa criatura o bien darla en adopción para que un matrimonio le aporte un hogar y un futuro. Ahora la noticia viene por la pretendida claudicación del PP y el consiguiente enfado de Gallardón.
Abortar es matar, punto. Sin matices, sin historias y sin cuentos. Abortar es cargarse una vida. Quien diga lo contrario miente, por desconocimiento o por interés, pero miente.
Si no hubiera vida no sería necesario acabar con ella, ¿parece obvio verdad? pues no, mucha gente sigue diciendo que eso no es vida. La misma gente que a veces te dice “oye, porque pisas esa planta, que es un ser vivo” o la misma gente que se va a protestar a Las Ventas porque “el toro es un ser vivo y merece vivir en paz”. Es decir: la planta si, el toro, si…pero el feto no es un ser vivo.
¿Sabéis como se provoca un aborto? No, ok, pues os lo cuento:
El aborto puede producirse de las siguientes formas: Usaré el término “feto” pero bien podría usar “bebé”.
ENVENENAMIENTO
Se extrae el líquido amniótico dentro de la bolsa que protege al feto. Se introduce una larga aguja a través del abdomen de la madre, hasta la bolsa amniótica y se inyecta en su lugar una solución salina concentrada. El feto ingiere esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento, deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos. Esta solución salina produce quemaduras graves en la piel del feto. Unas horas más tarde, la madre comienza el parto y da a luz un bebé muerto o moribundo, muchas veces en movimiento. Este método se utiliza después de las 16 semanas de embarazo.
SUCCIÓN
Se inserta en el útero un tubo hueco que tiene un borde afilado. Una fuerte succión despedaza el cuerpo del feto que se está desarrollando, así como la placenta y absorbe al feto, dejándolo después en un cubo. El abortista introduce luego una pinza para extraer el cráneo, que suele no salir por el tubo de succión. Algunas veces las partes más pequeñas del cuerpo del feto pueden identificarse. Casi el 95% de los abortos en los países desarrollados se realizan de esta forma.
DILATACIÓN
En este método se utiliza un cuchillo provisto de una cucharilla filosa en la punta con la cual se va cortando al feto en pedazos con el fin de facilitar su extracción por el cuello de la matriz. Durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo el feto es ya demasiado grande para extraerlo por succión; entonces se utiliza el método llamado por dilatación y curetaje. La cureta se emplea paradesmembrar al feto, sacándose luego en pedazos con ayuda de los forceps.
NACIMIENTO PARCIAL
Aquí ya estamos ante el summum de la hijoputéz, es el método más espantoso de todos. Suele hacerse cuando el feto se encuentra próximo a nacer. Después de haber dilatado el cuello uterino durante tres días y guiándose por la ecografía, el abortista introduce unas pinzas y agarra con ellas una piernecita, después la otra, seguida del cuerpo, hasta llegar a los hombros y brazos del feto, así extrae parcialmente el cuerpo, como si éste fuera nacer, salvo que deja la cabeza dentro del útero. Como la cabeza es demasiado grande para ser extraída intacta; el abortista, entierra unas tijeras en la base del cráneo del feto que está vivo, y las abre para ampliar el orificio. Entonces inserta un catéter y extrae el cerebro mediante succión. Este procedimiento hace que el feto (bebé) muera y que su cabeza se desplome. A continuación extrae a la criatura y le corta la placenta.
OTROS
Hay usos de fármacos que provocan el parto o la cesárea…pero para que detallar más, ¿verdad?.
Bueno, pues ahora que vengan y me cuenten que no es matar.
Yo siempre he sido favorable a la Ley de Supuestos, que contemplaba el aborto por causas de fuerza mayor, como eran: por violación, por grave riesgo para la madre y por graves daños en el feto. Es verdad que metieron el coladero del daño psicológico, pero al menos esa Ley defendía en esencia la protección de la vida al máximo posible en una sociedad civilizada. Porque defender la vida al 100% sería decirle a la mujer violada que tiene que dar a luz al hijo de su violador…o decirle a una madre que se aguante a sabiendas de que va a morir en el parto, en fin, que a eso solo llegan los que no están bien de lo suyo.
¿Qué debería hacer el Gobierno? Éste y cualquier otro, pues inyectar dinero para garantizar que ninguna mujer tenga problemas para dar a luz (ya expliqué en su día que por razones morales pero también económicas, porque no hay población). Ayudar a madres solteras, ayudar más a mujeres jóvenes, fomentar la adopción para que nadie tenga que recurrir al aborto por problemas económicos o de otra índole. Es decir, poner en la mesa la pasta para poder decirle a las mujeres “aquí tenéis la prueba de que voy en serio, toda la ayuda del mundo para que des a luz”.
Gallardón, el progre del PP para muchos (para mí no), se lanzó a una aventura interesante, que era ir más allá de la restitución de la Ley anterior a la locura del Presidente Zapatero, quiso dejar su huella, como hace siempre. Y en este caso, parece que esa huella podría tener sentido, porque enfadaba a los pro-vida y enfadaba a los pro aborto. Parecía una Ley interesante, pero con Arriola hemos topado señores…
A día de hoy no sabemos si la Ley saldrá, si no saldrá, si la ha parado Arriola, si Gallardón o si es todo un malentendido típico de los que gusta dejar en el aire Rajoy. El caso es que el Gobierno lo tenía fácil diciendo “la Ley sigue adelante, o la Ley no sigue adelante”, pero han elegido aquello de “el Gobierno anuncia que no tiene ninguna novedad sobre este tema”. Y así están las FEMEN abriendo el Champagne, los pro-vida rompiendo las papeletas del PP y los periodistas haciendo quinielas sobre el día que Gallardón dimitirá.
Yo he vivido a Gallardón y a sus dimisiones, mucho tiempo, le he vivido y le he sufrido como ciudadano y afiliado al PP. Nunca dimitía, siempre era un bulo, una rabieta de niño pijo al que no le dan lo que quería; en esta ocasión no ha dicho que se irá, por lo tanto podría ser verdad, como ocurre con los entrenadores.
En cualquier caso creo que no deberíamos hablar de Rajoy, de Arriola o de Gallardón, sino de los más de 100.000 abortos que se hacen al año en España. CIEN MIL ABORTOS, es decir, 100.000 muertes silenciosas, con sangre y con sus consecuencias de las que poca gente habla pero que cualquier psicólogo o psiquiatra podría dar buen relato y contarnos la cantidad de chicas que abortan por presión social y luego se arrepienten toda su vida.
Vuelvo a repetir que mi total respeto a aquellas mujeres que abortaron, no soy nadie para juzgarlas, pero si soy alguien para evitar que haya más. Creo que tengo y TENEMOS el deber de luchar contra esta lacra social típicamente espartana de rechazar al inservible y solo quedarnos con lo útil. No dejéis que os cuenten el rollo de que no se mata, o de que el feto no sufre, no caigáis en la trampa de que la decisión es de la madre, porque el padre actúa en un 50% para que esa vida se produzca, no dejéis que os cuenten que los 9 meses los pasa la madre y eso le da derecho a todo porque es mentira, porque si la madre en el décimo mes se va de casa…¿quién se ocupa? el padre, por lo tanto la responsabilidad del bebé es de ambos. No dejéis que os cuenten que hasta que no nace no tiene derechos, porque es mentira, según el Código Civil, el no nacido tiene derechos hereditarios, así que NARICES no tiene derechos.
Cuando me hablan del derecho de la mujer siempre digo “¿y si la que matas es una niña, no es mujer, no tiene derecho a vivir?”. Cuando me hablan de nosotras parimos, nosotras decidimos yo pienso que el PSOE y la izquierda han hecho mucho daño a la gente. Porque para que tu puedas decidir y parir…has tenido que vivir, que es el derecho supremo.
El aborto es el acto más diabólico que puede cometer el hombre. No entiendo el aborto. Teresa de Calcuta
Me parece tan claro como el día que el aborto es un crimen. Gandhi
El debate es simple: a favor de la vida o a favor de la muerte. Yo siempre a favor de la vida. ¿Y tu?
