Revista Cultura y Ocio
Título: Lo que no te mata te hace más fuerte (Millennium #4)
Autora: David Lagercrantz
Año: 2015
Género: Novela negra
Editorial: Destino
Páginas: 656
Lisbeth Salander está inquieta. Ha participado en un ataque hacker sin razón aparente y está asumiendo riesgos que normalmente evitaría. Mientras, la revista Millennium ha cambiado de propietarios. Quienes le critican, insisten en que Mikael Blomkvist ya es historia. Una noche, Blomkvist recibe la llamada del profesor Frans Balder, un eminente investigador especializado en Inteligencia Artificial quien afirma tener en su poder información vital para el servicio de inteligencia norteamericano. Su as en la manga es una joven rebelde, un bicho raro que se parece mucho a alguien a quien Blomkvist conoce demasiado bien. Mikael siente que esa puede ser la exclusiva que él y Millennium tanto necesitan, pero Lisbeth Salander, como siempre, tiene sus propios planes.
El año pasado leí la trilogía de Millennium y fue una de mis mejores lecturas del 2015. Cuando supe que iba a haber una cuarta novela y que ésta iba a ser publicada en contra de los deseos de la mujer de Stieg Larsson y, por lo que entendí, del propio Larsson cuando estaba en vida, no quise leerla. No sé si estaréis enterados de toda la polémica que ha habido, con el hermano y el padre de Larsson, la mujer, y el tema de la herencia, pero desde luego fue algo bastante polémico. Eso hizo que me planteara el no comprar la novela, y ni si quiera leerla. Pero Lisbeth Salander se convirtió en uno de mis personajes favoritos, y la intriga y la curiosidad por saber de ella, me pudo.
No obstante, creo que me ha pasado algo diferente a muchos. En vez de ir con expectativas y decepcionarme, he ido sin ninguna expectativa y me ha gustado, mucho. Creo que lo fácil sería criticar la novela por lo inmoral y poco ético de su publicación por parte del escritor pero sobre todo de la familia de Larsson, porque al final, el escritor estaba haciendo su trabajo y no era él quien tuvo la polémica con su hermano y con su hijo. Pero no voy a hacerlo, porque, objetivamente, he disfrutado de la lectura.
En esta cuarta entrega, nos vemos inmersos en una trama informática y de hackers. Lisbeth, por supuesto, se encuentra en el meollo de un ataque hacker plagado de riesgos, mientras que Blomkvist se enzarza en continuas disputas con los nuevos propietarios de Millennium. Hace años que no tiene información sobre su amiga Lisbeth, pero poco a poco, empieza a relacionarla con los sucesos que se están dando. La novela parte de una buena premisa y cuenta con un argumento sólido y potente.
El principio del libro me pareció algo lento; la primera parte en general fue bastante pausada, pero se justifica ya que era una primera parte necesaria para construir e hilar todos aquellos sucesos que después conformarían la trama. Pero, a partir de ahí, el entramado es de lo más interesante. Me ha gustado mucho conocer más sobre la infancia de Lisbeth, porque creo que en este libro ha sido la vez que hemos podido acercarnos más a sus vivencias de niña. La reconstrucción de los pasajes de su infancia me han hecho disfrutar mucho y, además, nos ha permitido conocer a Camilla, personaje que ha despertado muchísimo mi interés.
Y qué decir de Salander y Blomkvist, he vuelto a disfrutar de ellos como lo hice cuando los leí por primera vez. Ha sido un reencuentro de lo más dulce con ambos personajes, aunque con una más que con el otro. Lisbeth me ha fascinado de la misma manera, y creo que ha mantenido su esencia y el carácter con el que la conocimos. Con Blomkvist me ha pasado algo ligeramente distinto, y es que en este libro lo he visto algo derrotado. Es decir, me ha faltado algo de su tenacidad y de su carácter a la hora de defender Millennium; en un momento bajó los brazos y eso no me gustó demasiado. Aunque a lo largo que avanzaba la novela, mejoró.
Es verdad que hay diferencias en la forma de escritura, pero creo que Lagercrantz ha sabido tomar el relevo de Larsson, y pocos escritores lo habrían logrado tan eficazmente. He tratado de dejar a un lado el hecho de que el libro fuera de otro escritor, y de esta manera he vuelto a engancharme a esos magníficos personajes que me gustaron en su día. Me ha encantado volver a saber de Salander, y la verdad es que creo que el escritor, aunque haya tenido aciertos y errores, ha sabido construir un buen libro. Sí es verdad que no es tan trepidante como los anteriores tres volúmenes, para mi gusto, pero me ha sorprendido gratamente.