La diferencia entre los planteles de Barça y Copenhage si no es abismal sí que es bastante grande. Guardiola (del que muchos desconfiaron) sabía que la intensidad que le imprimieran sus jugadores a su performance habitual sería clave y Bolaños, jugador de los daneses, avisaba que los locales saldrían a por todas.
Y aquí nace la idea de esta entrada, en cómo una vez más lo que se ofrece en el campo minimiza las diferencias entre dos equipos teoricamente tan distantes.