Lo que viene…

Un sonido, un movimiento, una palabra, un hecho cambia todo

Hay que andar con cuidado. Ahora mismo hay gente fanática enfurecida y gente fanática adolorida. Ninguno de estos grupos encontrará la paz peleando.

La mentira siempre será mentira, si mientes sólo te engañas a ti mismo. Y sigues ajeno a la realidad sólo vista bajo tu óptica.

Nunca ha sido tan evidente todo este asunto de la mentira como lo estamos viendo hoy en día. El ego se está mostrado tan descaradamente activo en éste su mundo de ilusiones, que algo nos está diciendo de nosotros mismos.

No suelo referirme a política en mi blog, pero me parece que las circunstancias que estamos viviendo los venezolanos, permiten referirme hoy a esta “inusual” situación.

Me pregunto al observar toda esta locura que percibo ahorita en Venezuela: ¿Qué pensamientos hay en mí que me hacen ver y vivir todo esto que no me gusta? ¿Por qué siento que he sido engañada por ambos “bandos”?

Sólo quiero respeto y paz

Como diría Antonio Machado, “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar”, pasemos pues, las páginas de catorce años. Y demos lo ganado por ganado y lo perdido por perdido.

Cada quien sabrá sus beneficios, sus agravios, sus ganancias, sus daños, todo pasa. Algunos no tienen reposición. En el tiempo por venir, veremos.

 “Que el hombre fue un buen tipo, es verdad. Que el hombre fue un mal tipo, también es verdad” Jesús Enrique Hidalgo

A algunos venezolanos nos queda una sensación de cansancio de tanto nadar para morir en la orilla. ¿Qué se hizo del Gran Gasoducto del Sur que recorrería desde la Guayana venezolana hasta la Tierra de Fuego argentina? ¿De los trenes y autopistas que atravesarían toda Venezuela? ¿Del nuevo “Cancún” que surgiría de la tragedia de Vargas? ¿Del reordenamiento territorial del eje Orinoco-Apure? ¿De los huertos organopónicos y los gallineros verticales? ¿Del balneario del Guaire? ¿De los niños de la Patria y los dignificados de las catástrofes?

Es obvio que el liderazgo político democrático debe proveer esas respuestas. Pienso que por ahora hay que sobrevivir, esperar, trabajar, soñar y ver…

He observado las exequias. Más santidad que ideología. Más presencia ¿espiritual? que política. Su partida fue convertida en circo y en una campaña electoral.

La prolongación del funeral maneja muy bien el dolor.

La contradicción es evidente. Nunca se había visto a tantos ¿comunistas? rezar y hasta comulgar, quedan lejos los tiempos en que el gobierno afirmaba que los sacerdotes eran diablos con sotana.

El silencio oficial o una gran mentira

La desinformación multiplica la conspiración.

Ante el vacío de información al que nos hemos acostumbrado los venezolanos en los últimos 15 años, ahora creo que siempre existió un orden estratégicamente orquestado para ocultar la verdad.

Controlar la verdad también es un plan primario del gobierno transitorio que tenemos.

Primero por más que se demandó (sin resultado) una explicación completa acerca del estado de salud del jefe de Estado, nunca se obtuvo. Se necesitaba tiempo.

Luego se orquestó un regreso clandestino de un cuerpo ¿o cadáver? traído con honores y misterio… nadie lo vió, el Presidente seguía ausente.

La enfermedad fue larga y los escasos mensajes oficiales actuaron con eficacia; aquí todo el mundo dudaba de lo que realmente pasaba: ¿estará verdaderamente enfermo? ¿morirá de cáncer? sin embargo hoy vivimos bajo el grito de “¡Chávez vive!”.

Llegado el momento ya había cierto agotamiento. El duelo había comenzado tiempo atrás en algún momento impreciso en que Maduro daba unas entrecortadas declaraciones o se celebraba alguna misa de sanación.

Probablemente nunca sepamos la verdadera fecha ni el lugar del fallecimiento, pero el 5 de marzo de 2013 los venezolanos fuimos autorizados a expresar el dolor, la sorpresa o el odio contenido. Se oficializó el duelo.

El reto de reconstruir el país

Desde la terrible situación de miseria y desigualdad en que vivimos, Chávez deja un país con otra cultura, la del facilismo, de la división, de la idea precaria de socialismo o de imperialismo, de la destrucción de la empresa privada, de la propiedad “social”, de las misiones… del control absoluto por parte de un Estado cada vez más hegemónico.

También resucitó el caudillismo, reinventó el autoritarismo militar, organizó a la sociedad a su alrededor, imponiendo un modelo que ya explotó.

1. Hay que enseñar a pescar. Las misiones fueron una base, pero hay que producir, desarrollar el espíritu emprendedor. Ningún país del mundo, por más rico que sea, aguanta tanta regaladera.

2. Hay que sembrar el petróleo. No se justifica que en un país petrolero, todas las vías urbanas, interurbanas y nacionales estén totalmente colapsadas.

3. Hay primero que resolver los problemas de Venezuela: inseguridad, desabastecimiento, inflación, desempleo, salud, educación.

4. Hay que rescatar la libertad y el derecho de expresión plural, de ejecutar iniciativas, de invertir, de viajar sin trabas.

5. Hay que crear una educación que forme mentes brillantes y no individuos fanáticos.

Ya es tiempo de que la dirigencia política gubernamental asuma la responsabilidad de gerenciar. Que deje de echarle la culpa al imperio por todos sus fracasos. Ya es tiempo de que se seleccione a los venezolanos más preparados para asumir cargos directivos en el Gobierno, sin importar a qué ideología pertenezcan.

Los herederos del gobierno venezolano no pueden seguir viviendo y escudándose del recuerdo de su máximo líder. Les llegó la hora de la verdad. Hay que demostrar eficacia. Esas fueron las primeras palabras de Chávez, cuando lo reeligieron el 7 de Octubre.

Eliminar el mesianismo

Esta es una responsabilidad de todos los líderes, del gobierno, de la oposición y de la sociedad civil. Tenemos que ir a un liderazgo colectivo, de avanzada. No más redentores. Lo dijo Bolívar en 1830: “El país que dependa de un mesías, no subsistirá”.

A todos nos hizo sentir diferente

Por un lado el sentimiento de una parte de la población sin educación adecuada, sin trabajo propio, sin otros recursos que la protección del Estado en medio de una situación económica adversa…

Por otro lado el sentimiento de otra parte de la población que vio truncada sus posibilidades de crecer en un país que no le ofrece nada… un sentimiento de amenaza e incertidumbre permanente, de inseguridad en sus inversiones y propiedades, de irrespeto de sus ideas.

Hay quienes piensan que todo lo que hizo fue bueno y hay quienes piensan que todo lo que hizo fue malo. Hay quienes piensan que hizo cosas buenas y malas… Cada versión es atemorizante y está cargada de emociones y razones.

Me cuesta comprender por qué cada quien percibe la misma realidad de forma tan diferente.

Chávez con proclamas de venganza y algunos tanques apareció  por allá en 1992, y continuó hasta el 7 de octubre de 2012 transmitiendo el odio de unos venezolanos contra otros en una suerte de parodia de la guerra a muerte. Insultando, degradando, amenazando y persiguiendo. Este mismo comandante apadrinó, “enamoró”, atendió a un sector nunca atendido por la “cuarta”.

Ahora, oficializada su muerte, se transforma por obra y gracia del poder mediático, en un hombre santo, un mártir de la fe. Y en sus exequias fúnebres el “pueblo soberano” consolidó la fe en su salvador. No nos extrañe que a partir de ahora se le endilguen milagros…

“Chávez no murió, se multiplicó” Así fue titulada la manifestación durante el traslado del féretro a la Academia Militar. ¿Una nueva religión en Venezuela? Es pronto para decirlo, pero sin duda se ha consolidado una nueva figura de veneración. “No perdemos a un presidente sino a un ser que nos valoró a nosotros los pobres” dijo una mujer en medio de las lágrimas.

Pasar la página

“Descanse en paz quien vivió en guerra” Ana Teresa Torres

La idea de que su desaparición física de manera automática, devolverá al país al pasado “cuando eramos felices y no lo sabíamos” pertenece a lo imposible.

Habrá que esperar para poder valorar con equilibrio su tránsito por la historia del país. Tendrá, quizás, que salvarse él mismo de la polarización que tanto promovió.

La desaparición del líder no significa necesariamente que el chavismo va a desaparecer, transformar, o trascender. Aparte del Estado, las instituciones y la riqueza pública, el chavismo ahora cuenta con un mito.

Está en nosotros cambiar la percepción y creencias negativas que tengamos acerca de la imposibilidad de poder ver un país vivible, amable, lleno de oportunidades…

“No soy víctima del mundo que veo”

Esta cita es la declaración de mi independencia. Es darme cuenta de que todo cuanto ocurre -o parece ocurrirme- es mi responsabilidad y por eso soy responsable de lo que veo.

Si todo lo que veo es reflejo de mis pensamientos y no me gusta lo que veo… …sólo tengo que cambiar mis pensamientos. ¿cómo lo hago? elijo de nuevo lo que quiero ver, esta vez consciente de lo que pienso y de lo que digo.

En lugar de ello, hoy trataré de reconocer sólo lo bueno que sucede en mi realidad, hoy elijo un día de paz interior.

Sólo cambiando mi sistema de pensamiento puedo alcanzar el sueño de vivir en el país que merezco. Y sobre todo dejando de emitir juicios acerca de las personas y situaciones que me rodean.

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Agradezco a quienes me inspiraron con sus artículos: Ana Teresa Torres, Alberto Barrera Tyszka, Arnoldo Claret Veliz, Jesús Enrique Hidalgo, Alexander Meza, y mis clases sobre el libro “Un curso de milagros”, porque a partir de sus análisis y lectura pude enriquecer lo que pienso.