Uno de los ejercicios disparadores de la creatividad para ponerse a escribir y «huir» de la página en blanco es el listado de «quieros». En los talleres de escritura de Atrapavientos funciona muy bien, igual que el listado de «me gusta» o el de «me acuerdo». Creo que es la primera vez que me pongo en serio con mi lista, no sólo con intención expresiva sino también (pseudo)literaria. Ahí va. ¿Te atreves con la tuya?
Quiero reír.
Quiero que la gente ría.
Quiero que no haya casas sin gente ni gente sin casa.
Quiero que desaparezcan la envidia, la ambición y la codicia; qué palabras tan feas.
Quiero vivir en el Valle de Pineta.
Quiero vivir.
Quiero que la gente viva.
Quiero que los poderosos se vuelvan débiles.
Quiero que nadie se crea mejor que nadie.
Quiero que la gente quiera compartir.
Quiero amar.
Quiero que la gente ame; a otra gente, a su gato, a su pueblo o a la tortilla de patatas.
Quiero que las armas se transformen en pan.
Quiero que los fascistas se transformen en gusanos (lo que sería mejorar en cuanto a forma de vida).
Quiero que todos seamos feministas.
Quiero que se acabe el cuento del «crecimiento sostenible»; la única salida es el decrecimiento.
Quiero que desaparezca el dinero.
Quiero bailar.
Quiero abrazar y que me abracen.
Quiero que…
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