Nunca pensamos que podía resultar accesible. El empate fue justo”.
En un estadio San Mamés que lo atestiguó todo bajo una intensa lluvia, el Athletic Bilbao dio por finalizado el trabajo que inició hace una semana en Gelsenkirchen y dejando en el camino al Schalke 04 se aseguró el lugar que merece en las semifinales de la Uefa Europa League.
La igualdad en dos con la que finalizó el encuentro fue suficiente para el Athletic, que pisando el césped inconscientemente relajado por la renta que obtuvo en la ida redondeó una actuación colectiva a la que en esta oportunidad definieron los vaivenes.
La razón principal por la que ocurrió esto último fue la inconsistencia, la cual hizo que el equipo pase de un primer tiempo en el que se repitieron las imprecisiones y la producción fue sumamente discreta a un segundo en el que una vez transcurrido el gol que hizo posible el empate en dos las comodidades fueron otras y el rendimiento mejoró ostensiblemente.
En que esto suceda también tuvo mucho que ver el Schalke, que aun con sus visibles limitaciones a cuestas creyó en poder obrar el milagro y logró adelantarse en el marcador en dos ocasiones, a los 28 minutos del primer tiempo gracias a Klaas-Jan Huntelaar y a los 52 del segundo a Raúl, quien volvió a dar muestras de una vigencia envidiable.
Los goles cercanos a los suyos evitaron que tuviéramos que certificar si el paso del tiempo, con el resultado en desventaja, nos iba a desarticular”.
Como expresó Bielsa en conferencia de prensa, lo bueno fue que frente a estos golpes el Athletic no perdió la compostura y respondió en ambas ocasiones de forma certera, igualando mediante goles de Ibai Gómez -reemplazante de Ander Herrera, que se retiró lesionado- y Markel Susaeta, quien estando en fuera de juego estableció la igualdad definitiva dos minutos después del mencionado tanto de Raúl.
Dicho gol lo cambió absolutamente todo, ya que como quedó dicho antes hizo que el cuadro alemán baje definitivamente los brazos y el Bilbao adquiera un poco de soltura con el balón y pueda recuperar la imagen de equipo aceitado y brillante con la cual viene engalanando la competencia.
Ante el Sporting Lisboa, el Athetic Bilbao volverá a disputar una semifinal europea 33 años después de haberlo hecho por única vez (ante el Racing White belga en el marco de esta misma competencia en la temporada 1976/77). Aunque lo que ha producido ya es histórico, la ilusión de llegar a Bucarest no se la saca nadie.