Tiempo. Eso es lo que piden la mayoría de los entrenadores al momento de hacer funcionar a un equipo. Que se necesita trabajo, conocer al grupo, saber dónde ubicar a los jugadores, etc. Casualmente, el fútbol es, en la actualidad, un deporte sumamente vertiginoso y dónde el ánimo se mide casi exclusivamente por los resultados.
La seguidilla inicial del Athletic de Bilbao en la Liga (3 derrotas y 2 empates) le generó a los medios españoles el marco ideal para pegarle a su entrenador. En emisiones anteriores de “Locura en San Mamés” destacábamos la presión que ejercían lo canales televisivos sobre la figura de Marcelo Bielsa. Sobretodo aquel informe de Canal CUATRO donde se hacía hincapié en los términos demasiados complicados que usaba el rosarino y que esto impedía que sus jugadores lo entiendan.
Al parecer las cosas han cambiado, o al menos, el plantel comenzó a comprender el mensaje. Fueron dos triunfos categóricos en la última semana. Uno por la Europa League ante el PSG del argentino Pastore que le sirvió para posicionarse como líder de su grupo, y otro en el derby vasco.
El último domingo, y gracias a dos goles de Fernando Llorente, el Bilbao se impuso ante la Real Sociedad en su propia casa y dejó bien alto el orgullo de los rojiblancos que se acercaron a Anoeta.
Ni el empate transitorio con el exquisito gol de Iñigo Martinez desde atrás de la mitad de la cancha pudo empañar una victoria importante que sirve para enderzar el rumbo.
En un encuentro que fue disputado en un horario atípico (12 am), donde el sol pegaba más fuerte, hizo transpirar más de la cuenta a Bielsa que hizo méritos para confirmar su apodo de “Loco”. Sobre la raya, con la remera toda mojada, lo vivió como uno más, y luego se desahogó en la conferencia de prensa: “Necesitábamos ganar por un sinfín de razones”.
Una de ellas es la cuestión mediática, que ya lo empieza a mirar con otros ojos. A continuación, el excelente informe de Canal+ sobre cómo vivió Bielsa el clásico.