Locura en San Mamés: reconciliación con la red

El Athletic Bilbao logró dejar atrás la increíble y angustiante sequía goleadora que marcó su inicio de año y recomponiendo muchísimo su imagen como equipo aseguró su lugar en los cuartos de final de la Copa del Rey goleando 4-o al Albacete, equipo perteneciente a la Segunda División B.

Hacia falta un triunfo así. Lo reclamaba el público y se lo exigían los jugadores, ansiosos por olvidar este dubitativo comienzo y comenzar a traducir en goles y en victorias todo lo bueno que permanentemente se insinúa desde la loable y atractiva propuesta que lleva adelante Marcelo Bielsa.

Somos conscientes de lo que nos está costando hacer goles, y de ello se habla en el grupo, sobre todo en estos dos últimos partidos, en los que no hemos logrado marcar. Nosotros venimos trabajando todos los días para intentar solucionarlo y cambiar la racha. Estamos jugando bien y cuando cojamos la racha llegarán los goles”.

Expresadas unos días atrás, las palabras de Markel Susaeta denostaban perfectamente la preocupación que invadía al plantel. El equipo no había marcado goles frente a Getafe -en su primer encuentro liguero del año- y Albacete -en el duelo de ida correspondiente a esta serie de octavos de final de Copa del Rey- y revertir esta tendencia se antojaba primordial para comenzar a enderezar nuevamente el rumbo.

Y no se falló, no esta vez. Los jugadores tomaron consciencia de lo importante que era el encuentro y llevaron a cabo una muy buena producción, en la que por encima de la victoria y la extraordinaria actuación de hombres como Javi Martinez -nuevamente muy bien jugando como marcador central-, lo destacable fue que por primera vez se lograron convertir cuatro goles bajo la conducción de Bielsa. Los encargados fueron Susaeta, Ander Herrera, Gaizka Toquero -de taco- y Mikel San José.

Este partido ha sido una excepción porque el nivel que alcanzamos no se corresponde con lo que habíamos hecho en los anteriores. El ataque fue efectivo y variado y tuvimos muchas situaciones de gol repartidas entre la mayoría de futbolistas comprometidos en la labor ofensiva”.

Marcelo Bielsa espera que no haya sido solo una buena noche. De ahora en más, el objetivo que el equipo tendrá por delante será el de ganar en regularidad. En juego, pero sobre todo en resultados. Lo importante es que además de sobrar material, la idea esta impuesta.