Título original: Lolita
Autor: Vladimir Nabokov
Traducido por: Francesc Roca
Editorial: Anagrama
Año publicación: 1955
Género: Drama
Sinopsis: La historia de la obsesión de Humbert Humbert, un profesor cuarentón, por la doceañera Lolita es una extraordinaria novela de amor en la que intervienen dos componentes explosivos: la atracción «perversa» por las nínfulas y el incesto. Un itinerario a través de la locura y la muerte, que desemboca en una estilizadísima violencia, narrado, a la vez con autoironía y lirismo desenfrenado, por el propio Humbert Humbert. "Lolita" es también un retrato ácido y visionario de los Estados Unidos, de los horrores suburbanos y de la cultura del plástico y del motel. En resumen, una exhibición deslumbrante de talento y humor a cargo de un escritor que confesó que le hubiera encantado filmar los pic-nics de Lewis Carrol.
Opinión personal: No puedo creer que finalmente he terminado este libro y ya estoy reseñándolo. He tardado tanto en leerlo, me ha acompañado en distintos bolsos y carteras a tantos lugares, que me parece que voy a extrañarlo xD En serio, cómo he luchado con Humbert Humbert. Primero lo he odiado con toda mi alma, luego me he reído con algunas de sus ocurrencias, le he tenido lástima, he vuelto a odiarlo, hasta me ha perseguido en pesadillas. Para el final del libro, me había reconciliado con la idea y pude sumergirme en la tragedia de ese amor desesperado. Que la pluma de un autor sea tan maravillosa que uno no pueda resistirse a leer las aventuras de un ser tan detestable como el protagonista es un logro que no creo que muchos puedan alcanzar. Me he enamorado de la narración, al punto de que Nabokov tendrá siempre un lugar en el podio de los mejores para mí. Y creo que es eso lo que ha permitido que esta historia trascienda y mantenga ese halo encantador que la ha convertido en parte del imaginario colectivo.
Cuando compré este libro, admito que pensé que me metería en la historia de un romance truculento, en un amor intenso y prohibido entre dos seres llenos de esos sentimientos que las novelas y las películas nos hacen creer que son suficientes para transgredir las normas sociales. Y caí en la cuenta de que no tenía nada que ver con eso. Lolita es la muestra de que los amores enfermos son el producto de, al menos, un alma enferma. Que el hecho de transgredir el sentido común y dejar pasar cualquier oportunidad de redención es la muestra de que algo está mal en los personajes, y que las consecuencias van a ser acordes. Pero de lo retorcido también puede salir belleza, y una mente enferma no es incapaz de transmitirnos su obsesión de una forma en que la entendamos. Porque Humbert Humbert es un monstruo con todas las letras.
El ritmo de la novela es bastante lento, los acontecimientos van desarrollándose con toda la tranquilidad del mundo, para luego trasladarnos por diferentes espacios en un viaje que va desde el Viejo Mundo hasta las rutas de Estados Unidos. Los nombres de muchos lugares están modificados, muchos hoteles, rutas y ciudades son invento del propio Nabokov, pero están tan llenos de vida que uno espera que allí afuera existan tal y como están descritos.
La narración, como he dicho, es en primera persona por parte del mismo Humbert Humbert. Uno puede ver lo egocéntrico que es este personaje desde el principio y el desdén que muestra hacia casi todo lo que se cruza por su camino, excepto sus amadas nínfulas. La perversión de este personaje hace difícil de digerir la primera parte de la novela, en especial, hasta que uno se acostumbra al tono y puede avanzar. Creo que esa fue la razón de que abandonara la lectura en muchas ocasiones, pero no quería darme por vencida con algo tan bien escrito. Hay párrafos en los que se cuelan frases preciosas, metáforas y hasta poemas que dan gusto. Será que también tengo adoración por lo trágico. Otro punto interesante fueron las expresiones en francés, intercaladas sin aviso y sin traducción, a las que terminé acostumbrándome a la fuerza. Eso, sumado a las numerosas notas del traductor en las que se aclara que tal poeta o la autoría de cierto refrán no son más que inventos del propio Nabokov, le dio un tono de diversión e ironía al texto. Sentí que había un mundo creado más allá del libro, un entorno al que estaba accediendo y que excedía las páginas impresas.
Todo esto le dio un valor mucho mayor que el morbo de lo que ocurría y me animó a terminar hasta las notas posteriores en las que el autor explica todo lo que tuvo que pasar para lograr que publicaran el libro, las reacciones de los distintos editores y las interpretaciones increíbles que algunos daban a la trama. Que confesara que solo había escrito esta novela para librarse de ella es lo que me ha convencido de tenerlo entre mis autores favoritos. Voy a volver a leer algo suyo, de eso estoy segura.
Calificación:Apto para: Lectores curiosos. Tercos que no puedan rendirse con la historia hasta tomarle cariño. No apto para: Lectores de estómago sensible que crean que el rosa de la portada tiene alguna relación con la dulzura en la trama. Dulzura: En la narración, en la forma retorcida en que Humbert mira a Lolita.Acción: Hay una escena muy interesante. Sangre: Más de la que hubiera imaginado.Sexo: Y... sí. Con grandes eufemismos (gracias a Dios), pero es parte importante de la historia.(Aviso: No pongo más puntaje en números. Si lo terminé de leer es porque lo disfruté. Los que no termine irán en otra sección.)