La increíble situación se vivió en la pista del Estadio Olímpico de Londres cuando 14 atletas que disputaban la semifinal de salto en alto “decidieron” entre todas no elevar la valla para pasar a la final directamente.
Tal como en el famoso juego de mesa “TEG” (Técnicas y Estrategias de Guerra), las saltadoras firmaron un “pacto de no agresión” entre sí y lograron pasar todas a la final. Obviamente que dicho trato fue posible gracias a un juez que lo avaló y aceptó. Aunque las deportistas estuvieron de acuerdo claramente.
Siguen las contradicciones al juego limpio en Londres, a la vista de todos y en plena actividad.
Tal como en el famoso juego de mesa “TEG” (Técnicas y Estrategias de Guerra), las saltadoras firmaron un “pacto de no agresión” entre sí y lograron pasar todas a la final. Obviamente que dicho trato fue posible gracias a un juez que lo avaló y aceptó. Aunque las deportistas estuvieron de acuerdo claramente.
Siguen las contradicciones al juego limpio en Londres, a la vista de todos y en plena actividad.