Las revistas analizan hoy el look de las invitadas a la boda de la princesa Victoria de Suecia. Yo me quedo con el seguimiento de Marie Claire en su página web, que ofrece una galería breve de imágenes variadas en las que podemos hacernos una idea de las tendencias dominantes.
Soy muy crítica con el sistema monárquico y hay cosas que no apruebo como punto de partida en un sistema que adolece de ser anacrónico y contradecir derechos fundamentales del ser humano (la igualdad por nacimiento), así que no suelo fijarme en los modelos de nuestra Realeza ni las tomo como referente ni me gusta que se conviertan en maniquíes de pasarela, porque tienen otra función, por cuestionable que sea.
Sin embargo, en esta ocasión, echando un vistazo despreocupado a las webs he tenido que reconocer que Letizia ha acertado de lleno en su elección: la tendencia del nude, en tejido con relieve, en un único tono y con sencillez y líneas estilizadas me ha parecido perfecto. El diseño es de Felipe Varela me parece elegante, moderno (porque es un guiño a la moda más actual) y apropiado.
No voy a publicar un montón de fotos tomadas de otras webs porque es algo que suelo evitar en mi actividad bloguera (como periodista creo que se debe respetar el trabajo profesional de los medios de comunicación que producen informaciones con mucho rigor y esfuerzo), así que solo haré referencia mínima a este reportaje que os cito de Marie Claire y que os recomiendo que repaséis si os interesa la noticia.
El traje de Letizia para la cena de gala no me gustó tanto. Está claro que ella tiene facilidad para lucir casi todo (con el equipo de estilistas que tendrá detrás... los arreglillos que se va haciendo... el talle tipo escuchimizao que se gasta..., pues claro, mal no le quedan estas cosas si las ves en foto), pero en estos ambientes de familias reales, que se reunen para homenajear a una de las princesas en un día especial para ella, me parece que vestirse como si fueses una diva de alfombra roja no pega mucho. Yo, desde luego, lo veo como de estrella de Hollywood y no me encaja.
La princesa Elena demuestra mucha valentía con sus apuestas estéticas. Parece que se lanza a provocar y a causar sensación. Para gustos los colores... habrá quien vea en su diseño un acierto español y a otros les horrorizará. Yo creo que hay que darle un punto positivo por arriesgar, sorprender y ser divertida en sus elecciones (dentro de la elegancia), pero como personalmente odio el mundo del toro, no me seduce nada recrear ese espectáculo de tortura que no comprendo.
La familia de la novia parecían salidas de una foto de HOLA de hace treinta años. ¡Qué tonos más soporíferos! ¿Y por qué alguien se empeñó en que la hermana de la novia luciese fea, con lo mona que es? ¿Te obligan a vestirte como una tarta de nata cuando se casa tu hermana para no eclipsarla? Un horror, vamos.
Y, por lo demás, decir que fue tendencia el pelo recogido con trencitas cruzadas, muchos bucles y un estilo "griego clásico" muy curioso. Parece que se pusieron de acuerdo ya que tanto Letizia, como Rania de Jordania, Mette Marit y alguna otra optaron por este tipo de peinado.
El lado negativo de las imágenes de la Princesa de Asturias para mí es el de siempre: en cuanto le enfocan el rostro de cerca se puede notar un aspecto apagado, esquelético y mucho más envejecido de lo que corresponde a su edad. Supongo que por lo excesivamente delgada que está.
Y a vosotras, ¿os interesa repasar los looks de este tipo de eventos? ¿Os gusta el look de Letizia? ¿Los dos?
:: Fotos: Marie Claire ::