Revista Arte

Lope

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

La escena final de LOPE, con el bellísimo poema de fondo recitado por Alberto Ammann ("esto es amor, quien lo probó lo sabe"), vuelve a arrancarme, como un gemido, la admiración profunda que siento por los hombres y las mujeres valientes que han llevado al pueblo español a participar de algunos de los momentos más bellos de la Historia de la Humanidad.

Lope

Un pueblo que defendió en algún momento a los débiles, que les otorga voz y lugares de encuentro.

Vais a tener que golpearme mucho para que deje de decir "España" sin sentirme en otro lugar que no sean las antípodas de la derecha o del nacionalismo español. ¿O acaso pretendéis que me sienta finlandés?

Soy, no se me tome como un soberbio, una especie de galán trasnochado que cree firmemente en algunos valores en desuso, en la valentía, en el amor, en la fuerza de las mujeres, en la amistad, en la poesía, en las armas cuando no queda más remedio, en las buenas personas. Pero también me siento a veces solo, en el absoluto convencimiento de pertenecer a una minoría juvenil que aun cree en la política, en el amor, en la Historia, y en eso que se llama pueblo español.

Soy un burgués, aunque me arrastre por casa con una camiseta del Che y, a veces, me recree en la anarquía de no disfrazarme.

Soy un privilegiado, pertenezco a esa clase media alta que ha leído algún libro y que cree haberlo entendido lo suficiente como para seguir queriendo a mis mayores, a pesar de saber que pudieron haberse equivocado.

Soy un hombre de izquierdas, porque no puedo ser de otra manera, porque creo que a lo largo del siglo XX español a un bando le ha tocado siempre perder; el mismo bando que amasó el perdón en el que se cimenta la democracia.

Me siento un obrero de la salud pública, aunque nunca he cogido una pala, ni un saco. Me siento un estudiante de la vida y del mundo. Deseo vivir en un país que cuide a las personas, que les forme, que les acoja, que les dignifique gratuitamente y les proteja de los peces grandes, de la maldad de algunos hombres.

LopeCreo en la discusión, en la provocación, en la batalla dialéctica. Me gusta ese cortejo que aún había hace diez o quince años, no la huida constante del otro o de la otra, el esconderse, el no atreverse. Me gustaba esa forma auténtica que teníamos de acercarnos a las chicas, como si nos fuera la vida en ello. Me siento, en definitiva, un poco de antes y un poco perdido en las macrodiscotecas y las conversaciones, aunque muchas veces la paso bien...

A pesar de la lógica exacerbación que de la figura de Lope puede haber hecho el equipo de la película, estamos sin duda ante uno de los personajes más influyentes, más deslumbrantes de la Historia de nuestro país.

Ya no quedan hombres como Lope, aristócratas de la plebe, voces del pueblo, poetas de la guerra, amantes del riesgo, seductores, humoristas trágicos, bondadosos, fuertes, valientes y consecuentes hasta el final.

Está notable Alberto Ammann en la piel del poeta y dramaturgo; más entero, más maduro que en . Tiene posición, tiene primer plano y, sobre todo, tiene una gran dicción y una gran voz. Los poemas de Lope, con quinientos años de Historia, se hacen actuales en la película, callejeros y elegantes, grandes y pequeños, distinguidos y sucios, sencillos y brillantes; en esa, otra vez, mezcla contradictoria de dureza y sensibilidad, tan española. Nos gana el personaje, porque no pierde la arrogancia jamás, no se rebaja jamás, es digno en el dolor, en la soledad de su tiempo, es inteligente, gracioso, es directo, educado y políticamente incorrecto.

Luego están las mujeres. Yo debía parecer, mientras veía la peli en " fila cinco pasillo", el niño que fui, cuando te miraba desde mi pupitre, absorto, cómo te recogías el pelo, y pensaba, a mis diecisiete, que eras la criatura más bella que hubiera poblado La Tierra, y te escribía, y te buscaba, y te encontraba... Está altísima Pilar López de Ayala, elegante, bella; me recuerda que debemos cuidar a nuestros grandes actores. Lo de Leonor Watling empieza a convertirse en una especie de obsesión, porque aglutina lo que siempre me ha seducido de una mujer, frescura, ternura, belleza desnuda, valor. Es quizás, Pilar, una actriz mayor, de más entidad, con más registros, pero no olvidemos que en el cine, nosotros también construimos los personajes y la película. Luis Tosar vuelve a estar perfecto, porque ha nacido para el cine.

A ese selecto grupo de románticos que miramos el mundo desde la barra de cuero abotonado, que miramos en el metro el mundo con ojos de niño, que no hayamos más que hastío en los gurús de la nada, en la mercancía posmoderna, en la carne por la carne, en las historias vacías. A mis abuelos, a mis tíos, a mi padre, a mi primo, a mis amigos, que han vuelto tantas veces por el camino del amor, pudiendo volverse por el del odio. A ti, que aun no apareces, porque quizás debo construirte dentro de mí que, deconstruido, vuelvo a unir las piezas de una forma diferente, renovada.

No estamos solos. Hay esperanza.

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Última actualización de los productos de Amazon en este artículo el 2020-11-27 / Los precios y la disponibilidad pueden ser distintos a los publicados.


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