Revista Cultura y Ocio

Lope de Vega, Ibsen, Fernando Arrabal: 1, 2 y 3

Publicado el 07 junio 2015 por Juancarlos53

Podría decir sin riesgo de parecer exagerado que durante las últimas semanas he tenido oportunidad de hacer un paseo por la historia teatral que me ha dejado francamente satisfecho.

Lope de Vega, Ibsen, Fernando Arrabal: 1, 2 y 3


Comencé por un descubrimiento en el Teatro Español de Madrid donde hasta el 24 de mayo pasado (¡seguro que esta obra la pasarán por el resto de España!) se representó en riguroso estreno una comedia de Lope de Vega . Sí, digo bien, 'en riguroso estreno', pues jamás, durante los últimos 400 años al menos, se había representado -si es que lo fue alguna vez- "Mujeres y Criados". El texto de la obra en cuestión fue encontrado entre las muchas resmas de papeles que se apilan en los sótanos de la Biblioteca Nacional de España en las que los investigadores (¡magníficas ratas de Biblioteca!) pasan sus días. El descubrimiento fue obra de Alejandro García Reidy, un investigador español de la Universidad de Syracuse (EEUU).

Lope de Vega tenía tal capacidad creativa (Fénix de los Ingenios, Monstruo de la Naturaleza y otros apelativos semejantes mereció por ello) que es muy difícil precisar el número exacto de sus obras. Hay quien habla de 700, otros de 1000 e incluso algunos elevan la cifra hasta las 1400 o las 1800. La cifra correcta nos da lo mismo, pero ser tan alta explica que aún hoy puedan seguir haciéndose descubrimientos como el que comentamos aquí. Lope ideó un sistema, una estructura, que le funcionaba a las mil maravillas, y sobre la que haciendo pequeños cambios o mutaciones (los nombres y grado de parentesco entre los personajes, la ubicación de la acción, el tiempo en que ésta sucedía...) pero manteniendo unos ejes inmutables (Dios, Patria, Rey, Honor y Honra), le servía para crear un sinfin de títulos de lo que se dio en llamar la Comedia Nacional que el propio Lope creó. El público acudía por cientos a los Corrales de Comedias si el autor era él y sobre todo si la obra era de las llamadas ' Comedias de Capa y Espada', también denominadas de ' Enredo', en especial si, como ocurre en ésta, el componente cómico era importante

La obra "y Mujeres y Criados", un título menor dentro de la Obra lopesca no sorprende ciertamente por nada. Estamos ante el arquetipo de un padre, Florencio, que debe cuidar, o sea bien casar, a sus dos hijas. Sucede que si bien al padre le parece ventajoso un tipo de casamiento (el del Conde Próspero y un rico señor, D. Pedro, un auténtico petimetre, con Violante y Luciana respectivamente) a ellas, las hijas, no les hace ninguna gracia el mismo pues aman a otros hombres de inferior linaje ( Teodoro, secretario del mismo Conde, Claridán). El Conde intenta alejar a Teodoro de la cercanía se su pretendida, pero Luciana lo esconderá en la casa bajo el nombre de Pedro con lo que la confusión entre personajes al referirse a dos con el mismo nombre está servida. Esta situación de enredo continuo concluirá cuando la situación llegue a su límite y la inmediatez de una boda lleve a los personajes implicados a desvelar la realidad de todo.

Como es habitual en Lope de Vega, hay una acción paralela desarrollada por los criados, Lope e Inés, entre los que también existe el amor y que en la obra son los colaboradores necesarios del enredo urdido por sus amas. De ahí que en la obra en un momento dado se diga que "mujeres y criados pueden revolver a España", algo que en la obra desde luego consiguen.

Lo mejor: Una obra divertida, bien representada por un plantel de conocidos actores (ver el reparto ).
Lo peor: El personaje de Riselo, representado por el actor Emilio Buale, pone una nota de color en el programa de mano que bien puede conducir a confusión al ver a dos hermosas mujeres poco arropadas abrazadas por un musculoso y joven hombre de color que aparece desnudo. ¡Uff! y ¿por qué tal foto? He visto la obra y sigo comprenderlo.

Lope de Vega, Ibsen, Fernando Arrabal: 1, 2 y 3

La segunda obra que he visto ha sido "Hedda Gabler" de Henrik Ibsen. Me quedé con muchas ganas de verla la temporada pasada y, afortunadamente, el Centro Dramático Nacional (¡algo bueno tiene que tener estar en crisis!) la ha repuesto este curso. Igual que la de Arrabal aún está en cartel pudiéndose ver hasta el próximo 14 de junio.

"Hedda Gabler" es una obra difícil que el autor noruego escribió en 1890, estrenada en Alemania (München) en 1891. A España llegó en 1901 y es de suponer la estupefacción que debió dejar en los espectadores, pues Hedda es una mujer rica, caprichosa, que acaba de casarse con un intelectual afamado al que han prometido una cátedra en la Universidad. La pareja acaba de volver de su viaje de luna de miel y están en la costosa casa que Jorge Tesman ha adquirido para satisfacer los gustos extravagantes de su bella esposa. Ésta intuye ya el hastío de vida que le espera al recibir la visita de la tía de su marido, una vida a la que ella parece no quiere pertenecer.
Tras la visita de la tía Julia, aparece por la casa el juez Brack quien se insinúa a Hedda en un momento que quedan solos y pone en antecedentes a ambos de todo, en especial del éxito cosechado por el colega de Tesman, Eilert Lovborg, que ha publicado un libro exitoso pero que -dice- tiene otro aún manuscrito al que se augura un mayor éxito. Tanto que es probable que la universidad lo contrate para la plaza que Tesman creía suya si es que Lovborg se postulase para la misma. Antes de esta visita del juez a casa de los Tesman pasó por ella Thea, compañera de instituto de Hedda que acaba de abandonar a su marido por el ex-alcohólico Lovborg con quien ha trabajado de secretaria en el libro que aún no se ha publicado.
Finalmente aparece por casa Lovborg que estuvo enamorado de Hedda en su juventud. El juez le dice que les acompañe a él y a Jorge Tesman a celebrar el regreso de éste. Lovborg dada su condición de ex-alcohólico se disculpa amablemente, pero Hedda le impulsa a acompañarles.

Bueno, la historia lógicamente continúa pero no quisiera desvelarla del todo pues el teatro de Ibsen es un teatro de texto, un teatro narrativo en el que se desarrolla una historia y no quisiera destrozársela a quien quisiera verla o leerla.

"Hedda Gabler" es una pieza teatral que pertenece de lleno a la etapa simbolista de su autor. La mujer, que representa con mucha credibilidad la actriz Cayetana Guillén Cuervo, está a disgusto con su vida, cae en el aburrimiento más atroz (" A veces creo que sólo sirvo para una cosa en este mundo [...] para aburrirme mortalmente"); pertenece a una clase social a la que nada le motiva, a la que todo le aburre: su matrimonio, la ilusión por progresar del marido, los problemas económicos y el amor sin barreras que le profesa la tía Julia a su sobrino Jorge, el amor de Thea por Eliert, ..., todo, todo le aburre mortalmente. Lo malo es que sus salidas del aburrimiento desatan una cadena de horrores en los demás que para qué contar.

Final
Un texto fantástico de Henrik Ibsen, renovador del teatro universal cuyas obras, en especial " Un enemigo del pueblo" (1882) y " Casa de muñecas" (1879) son hitos fundamentales de la cultura a la que pertenecemos. Tanto en " Casa de muñecas" como en "Hedda Gabler" aparece una nueva manera de estar la mujer en el mundo y eso que aún no había finalizado el siglo XIX.

Lo mejor: Sin lugar a dudas la puesta en escena que ha ideado el director Eduardo Vasco , con esa música al piano interpretada en directo por el músico Jorge Bedoya, esa iluminación tenue y ese decorado minimalista que, juntos, dan a la obra la atmósfera existencialista que, en mi opinión, la obra requiere. Un acierto pleno.

Lo peor: He dicho antes que Cayetana Guillén Cuervo, al igual que el resto del elenco de actores (ver reparto completo ), está estupenda. Sí, lo está. Pero a mí me sucede con ella lo que ya me pasara con la gran Nuria Espert, que me da la impresión de que casi siempre utiliza el mismo registro, cualquiera que sea la obra que represente, y esto pues no me agrada mucho. Pero por lo demás -y como se ve esto es una tontería- no hay nada malo en esta representación.


Y por último llegamos a "Pingüinas" de Fernando Arrabal que se representa en las Naves del Matadero de Madrid hasta el próximo 14 de junio. Antes de proseguir creo que hay que recordar, y poner en valor, la edad del autor: 83 años en agosto. ¡¡83 años!!

El autor
Dicho lo anterior, podemos hacer un brevísimo repaso de su biografía artística: autor vanguardista ya en España en donde estuvo hasta el año 1954 y en donde antes de marchar a París había escrito obras próximas al surrealismo como " Pic Nic" y " El triciclo"; también aquí en estos años anteriores a su voluntario exilio parisino frecuentaría a los poetas postistas.
Como ya he dicho, en 1954 marcha a París, en auto stop, para asistir a la representación de la obra " Madre Coraje y sus hijos" de Bertolt Brecht. Volverá a España donde conocerá a su mujer también francesa; pero en 1955 abandonarán nuestro país al haber conseguido una beca de estudios de tres meses en Francia donde cayó enfermo de tuberculosis. A partir de este momento su vida será la de una francés, país donde ha recibido reconocimientos de todo tipo. Allí intimará con comunistas españoles, surrealistas franceses y especialmente con el pintor y actor de origen polaco Roland Topor y el director de cine chileno Alejandro Jodorowsky con quienes creará en 1962 el movimiento "Pánico" . Este movimiento, en palabras del propio Arrabal, se define así, definición que no debemos olvidar en ningún momento durante el transcurso del espectáculo:

"El pánico es la crítica de la razón pura, es la pandilla sin leyes y sin mando, es la explosión de 'pan' (todo), es el respeto irrespetuoso al dios Pan, es el himno al talento loco, es el antimovimiento, es el rechazo a la 'seriedad', es el canto a la falta de ambigüedad... Es el arte de vivir (que tiene en cuenta la confusión y el azar), es el principio de indeterminación con la memoria de por medio... Y todo lo contrario"

Un homenaje al creador de "El Quijote"

Imagino que puede sorprender el epígrafe anterior, porque a primera vista ¿qué tiene que ver un homenaje a Cervantes con una obra como " Pingüinas"? Pues, todo.
Arrabal escribe esta obra respondiendo a una invitación que le hace el director artístico del teatro Español de Madrid, Juan Carlos Pérez de la Fuente, sobre hacer algo a propósito del 400 aniversario de la publicación de la Segunda parte de "El Quijote" que antecedió sólo un año a la muerte del novelista.

Arrabal toma nota de los aniversarios e intenta dar una visión lo más completa del clásico de 1615 y su autor vistos desde hoy mismo, año 2015. El autor echa mano de los siguientes mimbres cervantinos:

  • locos (el mismo Quijote, Cipión y Berganza, el licenciado Vidriera...);
  • caballos (Clavileño, Rocinante, el rucio...);
  • caballeros (Álvaro Tarfe, el de la Blanca Luna, el del Verde Gabán...);
  • autores (Alonso Fernández de Avellaneda vs Miguel de Cervantes)
  • el terruño (La Mancha de Cervantes y el pueblo de Tordesillas de Avellaneda);
  • encantadores (Merlín, sabio Micomicón...);
  • mujeres cervantinas de ficción (Maritornes, Marcela, La ilustre fregona, La gitanilla, la sobrina...);
  • mujeres de la biografía cervantina (su mujer, su hermana monja, la madre...);
  • el manco de Lepanto;
  • el encierro en Argel cuando Cervantes contaba 33 años;
  • el rescate de la cautividad gracias a los trinitarios;
  • el hablar elegante vs el habla popular (los refranes de Sancho);
  • el gobierno prometido a Sancho (Ínsula Barataria);
  • etc., etc.

Y a estos mimbres cervantinos les busca paralelismo analógico en nuestros días. Búsqueda que se sustancia en algo así como lo siguiente:

  • locos (todos)
  • caballos (motos)
  • caballeros (las "pingüinas" que cabalgan estas motos:
La abuela Torreblanca, la hermana monja Luisa, la sobrina carnal Constanza, la madre Leonor, la tía paterna María, la hermana mayor Andrea, la hermana menor Magdalena, la prima paterna Martina, la esposa Catalina y "la hija natural" Isabel.
  • el terruño (Castilla - La Mancha, España)
  • encantadores (Tontonelo)
  • mujeres de ficción (las cervantas o quijotas, o sea, las "pingüinas")
  • mujeres de la biografía cervantina (las cervantas o quijotas, o sea, las "pingüinas")
  • el manco de Lepanto (Miho)
  • el encierro en Argel cuando Cervantes contaba 33 años y su posterior 'resurrección'
  • el rescate de la cautividad gracias a los trinitarios y el paso a la inmortalidad
  • el hablar elegante vs el habla popular (el habla de Luisa la monja vs el de "la hija natural" Isabel );
  • el gobierno prometido a Sancho (Tontonelia);
  • etc., etc.

Lope de Vega, Ibsen, Fernando Arrabal: 1, 2 y 3

La obra creada por Arrabal para festejar a Cervantes es ante todo una fiesta teatral con todos los ingredientes del 'happening'. Comienza a los sones de un potente rock-and-roll que el público puesto en pie baila y acompaña con palmas siguiendo las indicaciones de las 10 moteras que van a iniciar el espectáculo. Tras este rompedor inicio de función, ésta transcurre con constantes alusiones a la libertad. Se parte de la libertad creadora de Cervantes, - Miho en la representación que todas las mujeres se atribuyen pues por activa o por pasiva todas ellas son 'madres' del manchego universal-, pero se trasciende la misma quedando impresa ésta en el propio espectáculo que Arrabal nos muestra, en el que todo es libertad absoluta que lleva a veces a la confusión, si bien una confusión regida por un matemático azar. Y, como no podía ser de otro modo, el autor mirobrigense (Fernando Arrabal nació en Ciudad Rodrigo el año 1932) concretiza esta libertad en la sexualidad desatada que como impulso ciego e incontrolable recorre los cuerpos de estas mujeres que cual derviches giróvagas danzan y danzan en busca del éxtasis que alcanzan dentro de la confusión y la ambigüedad.

Fernando Arrabal compone una obra de lo más innovador que hoy puede verse en España. En ella el homenaje a Cervantes se sustancia en la equiparación con Jesucristo que de él se hace. Como Cristo sufrirá persecución a los 33 años y también como él, aunque con edad distinta -pues el tema de la edad cuando entramos en la inmortalidad es asunto menor-, pervive más allá de su tiempo concreto redimiéndonos de las penurias de la vida a través de la lectura de sus textos.

El papel de Cervantes ( Miho) es mudo como el del mismo Dios-Cristo a quien nos encomendamos pero del que nunca recibimos respuesta hablada pues siempre se nos remite a los textos inspirados directamente por él. Y como el mismo Dios sobrevuela nuestras vidas mostrándose poco y desapareciendo las más de las veces de nuestra vista.

La puesta en escena de Juan Carlos Pérez de la Fuente

A la salida del teatro, tras la inmensa confusión azarosa a la que habíamos asistido algunos espectadores comentaban con buen criterio que la obra arrabalesca habría sido 'infumable' sin la maravillosa puesta en escena que realiza Juan Carlos Pérez de la Fuente.
Consiste ésta en una especie de hongo central -los restos de una aeronave espacial destrozada tras su caída en nuestra tierra- sobre el que se proyectan textos textos, juegos de luces y en torno al que las "pingüinas" giran y giran cual derviches en busca de algo que nunca alcanzan. Una estructura circular metálica actúa a modo de copete o sombrero de este gran hongo como protegiendo todo lo que bajo él acontece. Su auténtico sentido no se alcanza hasta el final del espectáculo; entonces muchos cabos sueltos de la obra se nos anudan a la perección en nuestra mente.

A la puesta en escena corresponde la manera un tanto gritona como las actrices se dirigen unas a otras durante casi toda la obra. Este griterío desaparece cuando la hermana monja Luisa de Belén se encuentra con Miho redivivo que está entre cadenas cautivo y que tras este breve encuentro ascenderá a los cielos de la inmortalidad. Un momento de los más bellos del espectáculo.

Otro momento logradísimo de la puesta en escena es el de las moteras convertidas en mujeres que, cual dervichas giróvagas, giran y giran dentro de sus preciosos vestidos buscando a buen seguro el éxtasis que las saque de su penosa condición.

Once personas, diez mujeres y un hombre, cubren la nómina del espectáculo: las diez moteras que como los moteros invernales se concentran en la ciudad de Tordesillas, de aquí el título de la obra, "Pingüinas"; y el hombre que representa el personaje de Miho ("¿quién como dios o incluso quién como pan?").
A este elenco, cuyos nombres se pueden ver , habría que añadir el de unas cinco o seis gallinas de siete meses y un gallo de 1 año que encerrados en un carro-jaula como el que devolvió a don Quijote a su aldea, asisten impávidos al espectáculo que se desarrola ante sus ojos. Las gallinas son claramente una concesión surrealista del propio Arrabal cuyo sentido no alcanzamos a ver hasta que llega la escena final que cierra el espectáculo.

Lo mejor.- Lo que más me ha gustado de este Arrabal-Pérez de la Fuente es el espectáculo que han creado. Un espectáculo total en el que el teatro trasciende con mucho el texto arrabaliano a través de una increíble puesta en escena. Es un teatro moderno puesto en pie nada más y nada menos que por un hombre irreverente, libre e inteligentísimo de 83 años.

Lo peor.- Quizás el abuso de gestos obscenos que en algunos momentos me parecieron fuera de lugar por reiterativos y como si se tratase de una 'obligación' de transgresión vanguardista que actores, director artístico y seguramente el mismo autor no se creerán del todo.


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