Me ha sorprendido “Loreak (Flores)” y por eso se la recomiendo a los lectores, sobre todo a aquellos que creen que el cine español se termina con Torrente y compañía. Jon Garaño y Jose Mari Goenaga imprimen a la cinta una indudable calidad cinematográfica que acierta al hablar con las imágenes, que sabe escuchar a los personajes y que deja el tiempo suficiente al espectador para remansar los sentimientos. La historia es sugerente y mantiene el tono intimista en cada plano, para jugar con ese imaginario en el que todos nos refugiamos cuando las cosas no van del todo bien. En ese mundo personal, hay sutileza al adentrarse en unas almas que pasan por difíciles momentos y también delicadeza extrema para conmoverse con sus anhelos sin invadir, por ello, su intimidad ni mostrarla con descaro.
La sensibilidad para recoger sentimientos hondos salta a la vista y las situaciones se resuelven con gran elegancia, mientras que el pulso entre ese trío de mujeres dolidas por la vida discurre entre la tensión y la curiosidad, por ejemplo en la conversación de Lourdes y Ane en el coche, ya al final de la película; en ese mismo sentido, también llama la atención la percepción subjetiva de un@s y otr@s para descubrir o suponer intenciones ocultas en un simple ramo de flores. De esta manera, las historias se construyen y se desmontan en la imaginación de unos seres necesitados de cariño, pero que a la vez no saben decir lo que sienten, y de ahí que prefieran escuchar la televisión, vivir de un amor fantasma o sufrir una infidelidad ficticia, o incluso amargarse con unos celos infundados o tener que esperar a perder el rencor a la vez que la memoria. Cada cual sufre por algo y esos sentimientos los percibe el espectador sin necesidad que los diálogos lo expliciten, además de percatarse de la diferente manera de vivir la realidad de hombres y mujeres.
Nada hay de malo en dar o recibir un ramo de flores… o quizá sí, pero en cualquier caso no es algo que se pueda o se deba investigar y perseguir. El bueno de Beñat es interpretado por todos según su necesidad y conveniencia, y las tres mujeres de su vida hacen más de la cuenta por convertirse en investigadoras de una verdad escondida. Las extraordinarias interpretaciones de todo el reparto, sobre todo de Nagore Aramburu (Ane) e Itziar Aizpuru (Tere), hacen que la historia discurra con aparente sencillez y asombrosa naturalidad. Sus rostros hablan sin desvelar el dolor y misterio que se encierra en su corazón, mientras que los directores saben ir de la realidad de unos gestos equívocos a un universo de ensoñación, para regresar después a la vida real en un convincente cierre de esta historia coral. En definitiva, una inteligente, sensible y profunda propuesta de cine, trabajada desde lo más interior y con la delicadeza de quien sabe que una flor es hermosa pero que puede llegar con espinas.
311En las imágenes: Fotogramas de “Loreak (Flores)”, película distribuida en España por A Contracorriente Films © 2014 Irusoin y Moriarti Produkzioak. Todos los derechos reservados.
Publicado el 14 noviembre, 2014 | Categoría: 7/10, Año 2014, Drama, España, Recomendaciones
Etiquetas: amor, Itziar Aizpuru, Jon Garaño, Jose Mari Goenaga, Loreak (Flores), mujer, Nagore Aramburu