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Los 7 componentes de la actitud creativa

Por Lorena White @lorenagwhite

Hace unos días cayó en mis manos, casi por casualidad, este práctico, útil e inspirador ensayo sobre la anatomía de la creatividad, escrito por Llorenç Guilera, director de la Escuela Superior de Diseño (ESDi) de la Universidad Ramón Llul. En él, donde además puedes encontrar muchas y múltiples ideas sobre la creatividad como concepto, como forma de vida y sobre todo, como forma de trabajar y de abordar casi cualquier ámbito de la vida, Guilera cita algunos conceptos que forman parte de lo que la Psicología de la Creatividad considera la “actitud creativa”, señalando que “el mundo está lleno de personas con aptitudes creativas que no utilizan porque les falta la actitud necesaria”.

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Esto me pareció una idea tan especial, con la que estaba tan de acuerdo y que ayudaba tan bien a diferenciar aptitud de actitud y a considerar que a veces, lo último es mucho más importante que lo primero, que quería compartirlo con vosotros.

“Muchas de esas personas tienen problemas de autoestima y están erróneamente convencidas de que no han nacido para aportar nada nuevo. O les falta curiosidad. O les falta motivación. El primer paso para afrontar el reto que supone el acto de crear es tener la actitud adecuada”.

Aquí van los 7 componentes que la Psiscología Creativa considera que forman esa “actitud creativa”. ¿Los tienes?

1. Instinto de curiosidad:

“La curiosidad es valentía y nos empuja a afrontar riesgos para conocer cosas nuevas a pesar de que puedan entrañar peligro para la integridad física. Es el instinto que ha movido a todos los grandes inventores, descubridores y artistas.”

La curiosidad es, en definitiva, lo que te hará salir de tu zona de confort, haciendo que tengas la valentía y empuje suficiente para llevar a cabo nuevos retos, para aprender nuevas cosas y para intentar buscar soluciones a los problemas, propuestas a las necesidades y formas nuevas e innovadoras de llevar a cabo cosas que nunca creíste que se podrían afrontar de otra manera.

2. Inconformismo:

“El creador es inconformista. Tiene actitud transgresora. No se conforma con las explicaciones y las soluciones consabidas y aceptadas por la sociedad establecida. Se mueve con soltura y libertad a pesar de las posibles presiones y restricciones de su entorno.”

Si te conformas solamente con lo único que la vida te pone por delante y no decides avanzar, aprender, adquirir cosas o vivir experiencias por tu cuenta, estarás desaprovechando un tiempo magnífico. Sueña en grande y pide lo imposible, no te conformes con menos. No se trata de ser un rebelde sin causa, sino más bien lo contrario: no conformarte con algo que no cubre tus necesidades, ni tus expectativas, ni tus ganas de crecer.

3. Motivación:

“Se ha comprobado que cuando la motivación es suficientemente fuerte, la mente creativa advierte más fácilmente la diversidad de enfoques y la multiplicidad de vías alternativas para acceder al objetivo. En otras palabras: la motivación influye positivamente en la fluidez mental.”

La motivación no siempre está ahí cuando la necesitas. Pero sí es cierto que cualquier persona a la que le guste crear cosas, sea lo que sea, siente esa pulsión o especie de necesidad que hace que saque tiempo de donde no lo tiene o que se pase horas delante de un proyecto. Eso que tú llamas “tengo muchas ganas de escribir”, se llama motivación.

4. Iniciativa:

“Gracias a su iniciativa, el creador logra que se promuevan ágilmente actuaciones y se obtengan los recursos necesarios venciendo los obstáculos.

No se puede crear sin iniciativa. No podrás crear nada si no das ese paso adelante, si no emprendes cosas para las que otros no se atreven. Si no tomas las riendas.

5. Profundidad:

“Las personas creativas piensan con profundidad. No se conforman con las respuestas consabidas y elementales, les sacan punta a las situaciones, buscando aspectos y matices no tan aparentes ni tan visibles en primera instancia.”

Crees lo que crees, es necesario que vayas más allá de la simple creación. Necesitas aportar valor con aquello que creas, necesitas que sirva para algo, que tenga un objetivo. Eso es pensar con profundidad. Quizá no todo el mundo lo entienda, pero eso tampoco te hace falta.

6. Perseverancia:

“La perseverancia suele basarse en la autoestima y en la fe en la propia obra. Es un indicador claro de energía y poder de las convicciones, de vigor y fortaleza espiritual.”

Darse por vencido no es una opción. Hasta para hacer aquellas cosas que más te gustan, necesitas tener la energía suficiente y la fortaleza como para no rendirte a la primera, ni a la segunda (ni a la tercera y adivina, tampoco a la cuarta). Tus errores forman parte de tu aprendizaje, no te los tomes como piedras, sino como una oportunidad de descubrir cómo hacer las cosas bien.

7. Autoestima: 

“La autoestima es un principio dinámico del crecimiento y el perfeccionamiento personal y se refuerza con los logros adquiridos. A mayor autoestima, mayor creatividad; a mayor creatividad, mayor autoestima.”

Tengo la firme convicción de que un creador lo es por dos cosas: la primera, la más obvia, porque crea cosas. La segunda, porque cree. Y ya sabes lo que me gusta decir siempre: creer es crear. Creer en uno mismo, en el propio trabajo y en las propias capacidades, es como recorrer la mitad del camino hacia un objetivo. No dejes de ser creador en ambos sentidos :)


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