No voy a resumir la historia, porque asumo que a) vieron o han visto las temporadas anteriores, b) vivieron la época o c) saben perfectamente de qué rayos voy a escribir.
Así que al grano. Y de antemano le aviso que mi imaginación no tiene límites.
Siempre supuse que moriría Gabriel y que Claudia sería devuelta por el tío Pedro. Pero no me lo imaginé en el orden en que realmente pasaron las cosas.
Pensé que cuando Claudita se subió al taxi del tío falso, él la llevaría de inmediato a la casa de sus padres. Me gusta pensar que la gente es genuinamente buena, hasta que demuestran lo contrario, obvio. Jamás se me pasó por la cabeza que la iban a amarrar y casi torturar, como efectivamente pasó.
Me pasaron cosas al mostrar que Gabriel pensó que lo habían pillado porque Claudia lo delató. Porque si lo delató fue porque la pillaron a ella antes. Y Gabrielito murió con ese pensamiento, cuando la verdad era que los venían siguiendo hace rato. Mal.
Mientras Claudita está amarrada en la pensión, ocurren dos hechos heavies. Primero, el tío mulo va a buscar a Gabriel sin otro fin que matarlo. Y lo logra. Segundo, Juan, preocupado por su "hermano" lo va a visitar a la pensión donde está encerrada su hija. Casi me morí ahí de angustia.
Pensé que en ese momento podían pasar dos cosas: a) que Juan escuchara los lamentos de su hija, se convirtiera en Jackie Chan y de una patada voladora abriera la puerta y rescatara a su hija, o b) que en ese momento llegara el tío mulo y ante la sospecha de Juan, le pegara un tiro y lo despachara fuera de este mundo. Temí por la vida de Juan.
Por otro lado, al Martincito lo mandan a "hacer cámara" a una especie de atentado frente a una embajada. Y cuando se sintieron los primeros balazos, también temí por su vida. Pensé "Pobre Ana..."
Y el momento de mi primera lágrima: la conversación de Juan con Félix. Ver la vulnerabilidad de un padre frente a un cada vez más maduro hijo me conmovió. Sentir que un padre de familia se puede quebrar y que encuentra apoyo y consuelo en quien menos lo espera, es tan humano como ir al baño. Obviamente pensé en mi papi y en nuestras múltiples conversaciones y confesiones mutuas.
Hasta que llegó el momento esperado por (quizás) la mayoría de Chile. El reencuentro de Claudia con su familia, en manos del mismísimo tío mulo. Ese abrazo desgarrador con su mamá me terminó de matar. Quedé deshecha con la sonrisa de Felix, porque para él nada era más importante que ver a su hermana de vuelta en la casa, independiente del contexto político-social. Su hermana estaba con ellos.
Y el segundo momento en que temí por la vida de Juan fue cuando le pregunta al tío mulo quien era en verdad. Y el muy care'nalga le dice "su hermano". Quise entrar a la tele y arrancarle los ojos.
En fin. Este fin de temporada tuvo mucho de dulce y agraz. Con ganas de saber qué pasará en la vida de los Herrera López y quizás con ganas de revivir momentos de mi infancia en los que fui tan pero tan feliz.********************************
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