Revista Sociedad

Los 90

Publicado el 16 enero 2013 por Moisesorta @ortainsession
               Por mucho que mi abuela siga llamándome "el chiquillo" y preparándome la merienda, ya se amontona el polvo sobre aquella época en la que a muchos nos tocó crecer: "los 90" ¿Os acordáis? Seguramente, al menos en mi caso, tenéis la sensación de haber nacido ayer...pero no. Ni fue ayer, ni antes de ayer. Ni siquiera el mes pasado ¡Van dos décadas enteritas! Continuamos siendo jóvenes, con suerte toda una vida por delante, pero en veinte años se pueden hacer y deshacer bastantes cosas ¡Un cuarto de vida nada menos! A algunos les habrá cundido muy mucho y a otros muy poco, pero todos hemos tenido las mismas horas. Tiempo que aprovechar o tiempo que perder...Yo siempre me quejo de no tener tiempo. La serie de televisión Cuéntame cómo pasó acaba de estrenar su décimo cuarta temporada en tve y ya van por 1.981. A este paso, viendo la inagotable imaginación de sus guionistas (Entre ellos uno de mis profesores), no será de extrañar que también den un repaso a mis queridos 90 e, incluso, veamos a los Alcántara viajando hacia el futuro montados en un DeLorean "¡Me cago en el condensador de fluzo, Merche!" Por si acaso voy a darles unas cuantas ideas, fue una década de lo más completita.
Los 90
                 De aquellos años, como es obvio, recuerdo el colegio. En clase no abundaban los inmigrantes, apenas encontrabas dos por curso. Eran el centro de atención ya que, hasta la fecha, todos habíamos sido rostros pálidos. El racismo era latente y abundaban los espabilados de turno (repetidores en su mayoría) que disfrutaban haciendo desagradable la estancia de cualquier visitante. Era habitual salir al recreo y presenciar escenas de marginación, persecución, peleas e insultos de todo tipo. Entre otras frases célebres, aún retruena en mi cabeza la de "Vuélvete en patera a tu puto país, negro de mierda". Los Españoles nunca hemos pecado de tolerantes, era vergonzoso. Afortunadamente hemos avanzado mucho. El año pasado yo mismo impartí clases a un grupo donde prácticamente el 40 % de los alumnos provenía del extranjero. Nunca llegaron a mis oídos sucias palabras, me da que al fin hemos aprendido a respetarnos (Al menos, a aguantarnos). 
          Los profesores todavía eran respetados, quizás fueron los últimos en gozar de un trabajo medianamente reconocido. Al colegio se iba a estudiar, ni más ni menos, y si te ponías tonto tenías doble penitencia: castigo de "la profe" y bofetada de tu madre al pisar la calle. A mi me temblaban las piernas si la maestra llamaba a casa, me alegro enormemente "Ya veras cuando llegue tu padre y se lo cuente, ya verás" Ahora, cuando el maestro castiga al niño, los padres castigan al maestro. De tan modernos se han vuelto gilipollas. A los hijos hay que ponerles las cosas bien claritas y una "ostia a tiempo" es realmente terapéutica. El maltrato es otra cosa, no nos alarmemos tanto señores. No existía la cultura del todo vale, ni tampoco la moda del divorcio, los "adultos" parecían tener algo más de paciencia y sentido común. Actualmente muchos niños sólo pueden ver a papá los sábados si mamá les deja, es un auténtico descontrol. Eran otros tiempos, mejores en mi opinión. Hablando de papá y mamá, presenciamos la incorporación de la mujer al trabajo y la creciente y necesaria igualdad de sexos. Esta igualdad se ha conseguido: todos iguales, todos en el paro.
                 En casa no teníamos ordenador, y mucho menos Internet "¡¡Dios mio!! ¿Cómo podíamos sobrevivir?" Pues lo hacíamos, lo hacíamos...Éramos muchísimo más sociables, no malgastábamos el día mirando el Facebook o whatsappeando. Salíamos a la calle y tratábamos con las personas cara a cara ¡Cuánto lo hecho de menos! Ahora estamos atontados, utilizamos el móvil hasta haciendo de vientre. Es una  peligrosa enfermedad, por mucho que nos empeñemos en negarlo. Parece que si no tienes twitter no existes, qué chorradas más grandes. Hace veinte años disfrutábamos jugando al escondite, a vacas (fingíamos encierros), a la botella, a las chapas, a meterle mano a las niñas...Ahora jugar requiere una consola. Todos encerraditos en casa pulsando botones, parecemos temer la luz del sol. Mi casa no tuvo ordenador hasta el 2.001, y fui de los pioneros. Muchos amigos venían a verlo como quien visita a un recién nacido "¡¡Ha salido al padre!!" Internet se pagaba por horas, era necesario un cable y funcionaba más lento que las tortugas cojas. Para cargar una página podías tirarte 5 minutos, pero daba igual ¡Nos hacía felices! También asistimos a otros nacimientos, como el de las consolas (La Play Station 1 por mi comunión con el Gran Turismo), el Walkman (Yo escuchaba Queen, Freddy murió en el 91), el CD (se acabaron las cintas y los disquetes) y los teléfonos móviles (El primero a los 15, y no tenía ni politonos). Hemos vivido tantísimas cosas...Ahora tienen de todo y no  valoran nada.
Los 90
             La tecnología ha puesto el mundo patas arriba. Con ella hemos ganado mucho, pero también hemos perdido. Por poner ejemplos, los jóvenes de hoy ya no tienen la necesidad de comprar su primera revista porno. Os sonará a tontería, pero era un momento muy importante en la vida de un hombre. Lo recuerdo en high definition (a pesar de que el HD aún no existía). Si queríamos ver curvas, por la falta de Internet,  no quedaba otra que armarse de valor para comprar la dichosa revista. Recuerdo que pagamos un Play Boy entre amigos y mandamos entrar en la librería al más tonto de los tres ¡¡Qué nerviosismo por Dios, qué emoción, qué adrenalina!! Fue peor que hacer un examen. Nos íbamos prestando el ejemplar por semanas , escondiéndolo en casa cual tesoro "Que no te la pillen tus padres" Ahora con pulsar una tecla o poner T5  te hartas con tanta teta. 
¿Qué recordáis vosotros de los 90?

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Moisesorta 107 veces
compartido
ver su perfil
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revista