Una vez más las últimas noticias del paro en España son devastadoras superando, por primera vez, el 25%. Así es, uno de cada cuatro trabajadores está en paro.
Por eso no es de extrañar que ahora los jubilados se adelanten a los jóvenes en nivel de gasto, ya que son muchas las familias que viven gracias a las pensiones de los abuelos. Parece que mientras el gobierno se empeña en rescatar a los bancos, a los abuelos no les queda otra que rescatar a las familias.
Pero son muchas las voces que empiezan a decir que esto también está en peligro, ya que pronostican un recorte en las pensiones, impuesto por la Troika, para forzar a la gente a contratar planes de pensiones privados.
Aunque a estas alturas esto no nos debería extrañar, ya que viene siendo el plan de los últimos meses: destrozo los servicios públicos forzando a las clases medias a migrar al ámbito privado, desentendiéndome de las clases bajas (que no van a protestarme porque ya tienen bastante con los que tienen y además nadie les va a hacer caso) y enriqueciendo aún más a mi entorno familiar y de amistades (que son los dueños de los servicios privados) ¿y si las clases medias se quejan? pues les digo que en el fondo lo hago por ellos que la gravísima situación de la crisis no me deja otra opción, que me duele más a mí que a ellos y todos contentos.
Pero como dice Iñaki Gabilondo en su videopost de hoy Este es un país para viejos recortar en las pensiones, en estos momentos, no sólo supondría una traición para el trabajo que realizaron los abuelos y no sólo sería una crueldad para los abuelos, sino que estaríamos cometiendo una gran imprudencia sociológica si olvidamos el papel que están jugando los abuelos en la crisis.
¿Y si las clases medias de hoy sólo lo fueran por los ingresos de los abuelos?
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