Los acantilados de Moher, Irlanda

Cualquiera que los haya visitado estará de acuerdo en que uno de los lugares más increíbles de Irlanda son los acantilados de Moher, cuyas vistas y naturaleza son excepcionales. Estos se encuentran en la región de El Burren, en el limite suroccidental de la isla, y son uno de los principales atractivos del país, por lo que no es de extrañar que haya bastante movimiento de turistas. Se estima que cada año acuden hasta allí un millón de visitantes.

Los acantilados de Moher se elevan unos 120 metros sobre el Atlántico, aunque en su punto más alto alcanzan los 214 metros, y tienen una longitud de 8 kilómetros por donde hay una ruta que permite recorrerlos a pie. El terreno es bastante abrupto, por lo que os aconsejo que llevéis calzado cómodo. Además, lo más seguro es que haga mal tiempo, por lo que entre la brisa marina y la lluvia, las temperaturas durante el día lo más probable es que sean bajas.

A mitad de camino hay una torre de piedra, O´Brien Tower, desde la que se tienen unas vistas espectaculares de los acantilados llegándose a ver, incluso, las Aran Island y la Bahía de Galway. Además, también es fácil ver alguna colonia de aves marinas. Y, si el frío corta y te has quedado con ganas de saber más sobre estos acantilados de arenisca, existe también un centro de recepción para los visitantes en donde reproducen un documental sobre las mejores vistas del lugar, su origen e información geológica. Éste está algo camuflado en una de las laderas, ya que cuando se creó se quería evitar romper con la estética del lugar. En el caso de que vayas en coche, puedes dejarlo en el estacionamiento que hay habilitado para los vehículos. Desde luego, si coincide que vas con buen día, el paseo y sus vistas son más que recomendables.