Su camino se cruza entonces con el de otros hombres cuya realidad también parece una burla del destino: Naim, un apasionado por las aves que dirige sus binoculares hacia el lugar equivocado y un grupo de inmigrantes rusos que intentan reinventarse en el lugar más inesperado. Una divertida novela que nos muestra cómo cualquier decisión, por mínima que parezca, puede marcar el rumbo de nuestras vidas.
Gracias a Océano Argentina por el ejemplar.
Reseña: Pedí este libro más por una corazonada que por otra cosa. Ya había tenido muy lindas experiencias con El ladrón de niebla, que hasta ahora es mi mejor lectura del año, y con El cazador de la oscuridad, un thriller muy interesante. El escritor, Eshkol Nevo es israelí, lo que me llamó la atención, puesto que nunca había leído nada de ningún escritor de por allá.
La historia gira alrededor de la construcción de un micvé en un barrio de inmigrantes rusos de la Ciudad de los Justos, y cómo varios hombres llevan su vida amorosa. Tenemos a Ben Suck, quien debió abandonar a su amada por cuestiones algo turbias, por así decirlo, a Antón, un anciano ruso que llegó a la ciudad junto con su segunda pareja, a Daniel, nieto adoptivo de Antón, es un niño de diez años que no se anima a decirle a la chica de la que gusta lo que siente. También tenemos a Naim, un contratista arabe al que le encanta observar pájaros, y por último a Jeremiah Mendelstorm, un acaudalado hombre que manda a construir el micvé en honor a su fallecida esposa.
"El conocimiento más profundo lo obtenemos, en su mayor parte, de los lugares más inesperados."
Como pueden ver, los protagonistas son muy variados, y si a eso sumamos que se va intercalando a quién va siguiendo la historia, nos deja un punto de partida muy interesante. Me costó agarrarle el ritmo a la narración, puesto que a veces es muy descriptiva o se va completamente de tema. Pero después de las primeras cien páginas las páginas comienzan a pasarse solas, porque la historia te engancha totalmente.
Una cosa que me gustó mucho fue que me permitió aprender mucho sobre las costumbres y tradiciones judías, porque personalmente no conozco a ningún judío, y como mi colegio es católico nunca aprendemos sobre otras religiones. Aprendí desde cosas básicas como lo que es un micvé (que para quien no lo sepa, es un lugar donde los judíos hacen sus baños de purificación) hasta cosas sobre los llamados Justos.
El final me pareció un poco triste, pero considerando todo lo que pasó a lo largo del libro, tiene sentido y le da un cierre hermoso a la historia.
Para finalizar, recomiendo Los amores solitarios a todo lector que esté buscando algo diferente de lo habitual, algo que se salga de lo que solemos leer. Encontrarán en este libro algo de cultura, pero sobre toda una historia que, si nos acostumbramos a su raro ritmo, nos puede dejar un muy lindo mensaje.