Los animales y la
digestión
Los animales son un grupo de seres vivos caracterizados por
tener células eucariotas sin cloroplastos. Esto implica que al igual que sucede
con los hongos son heterótrofos. Al igual que los hongos, o mejor dicho mucho más
que los hongos los animales poseen menos rutas metabólicas posibles por lo que
están limitados a ser bio-heterótrofos,
donde incluso algunas sustancias biológicas de las que potencialmente podrían extraer
energía les están vetadas.
El ejemplo más típico es la celulosa, un materia vegetal
compuesto por largas cadenas de carbohidratos,
y por lo tanto una potencial fuente de energía muy grande; sin embargo la mayoría
de los animales carecen de las enzimas necesarias para poder degradarla. Para
resolver este dilema, muchos animales han establecido relaciones de simbiosis,
ya sea externa, o asociada a su tracto gastrointestinal con bacterias que
degradan la celulosa y otros componentes de los alimentos para poder
absorberlos.
Figura DA-01. La celulosa es un polímero de glucosa, por lo que en potencia es una fuente muy rica de energía. Desafortunadamente los animales no tienen la enzima para cortar los enlaces entre anillos.
Algo que relaciona a todos los animales es su multicelularidad acompañada con una especialización de funciones celulares, a diferencia de lo que sucede con la mayoría de los hongos verdaderos, donde la estructura que se alimenta está compuesta por filas de células indiferenciadas, en los animales la estructura que se alimenta se caracteriza por tener tipos de células con formas diferentes para funciones diferentes.
El cuerpo que se alimenta en los animales es diploide, a diferencia del cuerpo haploide de los hongos, esta característica genera un impacto en la variabilidad ya que tener dos juegos de genes hace que los animales puedan experimentar variantes de temas comunes, es decir puedan experimentar compensación de dosis.
En términos de nutrición los animales son muy variados a pesar de lo que nuestra propia anatomía y la de los animales que nos son familiares nos pueda llevar a pensar. Aunque los humanos y los mamíferos en general nos caracterizamos por una digestión y absorción interna mediante cavidades de órganos especializados, esta característica no es común a todos los animales.
En los animales podemos diferenciar tres tipos de procesamiento de nutrientes. En la captura podemos clasificar a los animales en tres tipos, aquellos que lo hacen por filtración, aquellos que lo hacen por ingestión y aquellos que no capturan, sino que realizan una digestión externa.
A su vez, los que realizan digestión externa se los puede dividir en dos grupos, aquellos que son cazadores y que emplean el veneno para predigerir a sus víctimas antes de ingerirlas. En el segundo están los parásitos que absorben sus nutrientes a través de su piel, en esta segunda categoría podemos dividir a su vez dos grupos, aquellos paracitos que liberan enzimas digestivas para degradar los tejidos de su hospedero, y aquellos parásitos que no necesitan hacer nada más que absorber los nutrientes que llegan a su alrededor ya digeridos. PRINCIPAL REGRESAR