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argumentos, arquetipos, Booker, escribir, historias básicas, los siete argumentos, novelas
¿Todo está dicho? Realmente no creo que los escritores se sienten delante de una pantalla en blanco, encarando un proyecto largo y complicado como escribir una novela, con el deseo de escribir las mismas historias una y otra vez. No es así: cada historia, por ser la que nosotros escribimos, es única y nadie ha podido verla con nuestros ojos y mucho menos plasmarla de la manera en que nosotros lo haríamos.Dicho esto, el estudio científico, estadístico, realizado a lo largo de años de dedicación nos da como resultado una serie de tendencias a adaptar historias con estructuras similares y por ende factibles de agrupar en categorías y subcategorías.
Christopher Booker pasó treinta años de su vida (que se dice pronto) estudiando y clasificando argumentos de las historias que crean los autores y sacó como conclusión en su libro “The seven basic plots” (resumiendo, porque el libro tiene más de 700 páginas) que realmente hay nueve tipos de argumentos básicos donde se pueden clasificar todas las historias. No siete, como dice en el título, porque luego menciona los últimos dos como raros o menores.
Los argumentos básicos que clasifica Booker son:
1. Superando al Monstruo.
2. De pobres a ricos.
3. La búsqueda.
4. Viaje y retorno.
5. Comedia.
6. Tragedia.
7. Renacimiento.
8. Rebelión contra “El Único”.
9. Misterio.
Una historia puede seguir uno de estos arquetipos o una combinación de ellos, como El Señor de los Anillos, de JRR Tolkien, que cuenta con una mezcla de los nueve. Para todos los argumentos, Booker identifica cinco etapas, a las que llama:
1- Anticipación y llamada: Donde se establece el staus quo inicial y se le presenta el Protagonista al lector, haciéndolo ver como alguien contrariado e insatisfecho.
2- Sueño: Donde el Protagonista se lanza al camino tras una posible solución a su insatisfacción/problemática y logra algunos éxitos iniciales.
3- Frustración: Donde el Protagonista revela sus limitaciones personales y choca contra las fuerzas que actúan en su contra. La solución se hace cada vez más difícil de alcanzar.
4- Pesadilla: Donde se incrementan las fuerzas contrarias hasta que un órdago final determina la resolución.
5- Escape milagroso / Redención / Conseguir el premio (o en caso de la Tragedia, la destrucción del Protagonista): Booker utiliza varios nombres para esta última etapa según el tipo de historia, donde esencialmente se cumple el objetivo inicial del argumento y se llega a la resolución.
Mirando un poco más en detalle cada uno de los argumentos:
1 Superando al Monstruo
El Protagonista debe internarse en los dominios de un monstruo (el mal o un villano) que aterra a la comunidad, destruirlo y escapar (muchas veces con algún tesoro). El protagonista cuenta con equipo especial, armas únicas o habilidades que lo ayudan a vencer el mal, no sin esfuerzo. Generalmente la batalla decisiva se da en la guarida del monstruo.
Durante el curso de la historia, el monstruo puede tomar cualquiera de estos roles básicos, o una combinación de ellos:
Predador: Se mueve con sigilo tratando de encontrar víctimas. Caza al Protagonista o a cualquiera de los personajes secundarios.
Centinela: Custodia celosamente un tesoro o una princesa. Sospecha de todo lo inusual, de lo nuevo y extraño. Es probable que duerma cuando el Protagonista se haga presente.
Vengador: Cuando es desafiado, retado, o cuando algo de su posesión es arrebatado, el monstruo reacciona con ira y se abalanza a destruir todo a su paso o a perseguir sin tregua al Protagonista.
En etapa de Anticipación se produce el llamado al héroe, que es el que debe matarlo. En la segunda etapa, el Sueño, el protagonista se prepara para la batalla, pero el peligro parece aún “confortablemente remoto” y todo parece salir bien. En la Frustración, el monstro se presenta en todo su poder y se da a entender que no hay nadie, ni el héroe, que pueda vencerlo. En la etapa de la Pesadilla, las chances parecen estar todas en contra del Protagonista, que puede que ni siquiera sobreviva al enfrentamiento. En la última etapa se produce El escape milagroso y la muerte del monstruo. El Héroe emerge victorioso y para completar su triunfo recibe una o más de éstos premios: Un tesoro (la sabiduría también cuenta), un Reino (algún lugar donde reinar, un cocinero puede conseguir su propio restaurant, un actor su propia película), una Princesa (o cambiando los géneros un Príncipe, es la pareja perfecta del Protagonista).
Hay variaciones de este argumento, como pueden ser: En el Oeste (el pueblo amenazado por foragidos); Melodrama (el héroe amenazado por las intrigas de un villano); Thrillers (el mundo amenazado por un loco o una organización malvada); En Guerra (el mundo o la libertad amenazados por los nazis o algún equivalente); Ciencia Ficción (el mundo amenazado por extraterrestres o una amenaza hecha por el hombre); Monstruo Bueno (por ejemplo, King Kong).
Como ejemplos de éste tipo de argumento tenemos a prácticamente todas las historias de terror con monstruos o asesinos, Teminator, Beowulf, Tiburón, La serie de James Bond. Los Siete Magníficos, El día de los Trífidos, Indiana Jones y el templo de la perdición, y muchas más.
2 De pobres a ricos
Involucra a un héroe que parece bastante común, pobre, oprimido, y miserable, pero tiene el potencial para la grandeza. La historia muestra cómo se las arregla para cumplir su potencial y convertirse en alguien de riqueza, importancia, éxito y felicidad. Más que cualquier otro argumento, en éste el crecimiento personal del protagonista es fundamental.
La clave de esta trama básica es el falso final, en la que el Protagonista parece haber ganado, pero es demasiado pronto (o es demasiado inmaduro) por lo que pierde todo, por lo general a través de algún fallo propio. Esta pérdida es un golpe devastador para el héroe, antes del clímax de la historia. En David Copperfield, de Charles Dickens, el falso final es cuando se casa con una niña inmadura, que muere rápidamente. El héroe parece perder todo lo que anhelaba, sólo para luego encontrar algo mejor, una mujer madura.
En la primera etapa, la Anticipación, empezamos con un joven héroe en un estado humilde y triste, por lo general en su hogar. Antagonistas de varias clases continuamente lo desprecian o maltratan y sin embargo esto no es más que la razón más obvia de su infelicidad. Esto dura hasta que recibe la llamada y levanta cabeza o sale al mundo real. En el Sueño, después de unos ajustes iniciales, el protagonista consigue algo de éxito (dejando entrever su glorioso destino) pero aún no está preparado para alcanzarlo. El protagonista debe recorrer un camino hacia la madurez. La Frustración nos presenta la crisis central de la historia, donde algunas figuras oscuras de su pasado podrían reaparecer. La victoria inicial se desmorona y el protagonista se separa de lo que valora más, especialmente de su pareja ideal o su amor verdadero (La separación puede ser física, o puede ser, por ejemplo, debido a la calumnia u otro malentendido.) En la Pesadilla, el héroe queda abrumado por la desesperación y esto es claramente su peor momento en la historia. En su hora más baja redescubre su verdadera fuerza interior y sus virtudes y confiando en ellas adquiere independencia y prueba que es merecedor de la victoria y el amor. Después de las pruebas que demuestran su nueva fuerza, el héroe debe someterse a una prueba final, una batalla culminante en contra el enemigo que se interpone entre ellos y su objetivo. Como final, en su Redención, logra la Unión Final, la culminación, que lo habilita a reclamar el tesoro, el reino y el amor.
También hay variaciones de este argumento, como son El fallo (una versión más oscura, donde el protagonista pierde al final, usualmente porque buscaba la riqueza por motivos egoístas) y la Victoria Hueca (donde el héroe logra la victoria pero no consigue superar sus conflictos internos, lo que lo lleva a la frustración)
Cuentan con este argumento Aladdin, Cenicienta, El rey Arturo, Jane Eyre, David Copperfield, Rompe Ralph, Harry Potter (cambia a Superando al Monstruo en libros siguientes), Jerry Maguire, etc.
3 La búsqueda
Es cuando el protagonista se embarca en un viaje para alcanzar un premio que está lejos o es de difícil acceso. Muchas veces incluye todo un grupo en lugar de un solo personaje. Hay cuatro tipos de grupos básicos:
– Un amigo cercano que es leal hasta el fin (Sam, el amigo de Frodo).
– Un compañero que es todo lo opuesto al protagonista y usualmente presenta emociones opuestas, para bien o mal (Sancho Panza).
-Un gran grupo de ayudantes intrascendentes que mueren a diestra y siniestra mientras avanza la historia. Generalmente no queda ninguno vivo.
– O un grupo donde cada cual posee habilidades complementarias y necesarias, como el Pensador, el Fuerte o Bravo y el Espiritual (carismático, intuitivo, compasivo, etc.). Aquí el héroe puede ser uno de ellos o simplemente apoyarse en todos.
En la Llamada, el protagonista considera imposible evitar el viaje, generalmente porque debe perseguir un MacGuffin que salve al pueblo o a su comunidad. Otras veces ya tvive en un lugar condenado y quiere encontrar otro sitio mejor. Puede también buscar la libertad, para sí mismo o para su grupo. De algún modo se tiene un nivel de sentido sobrenatural o visionario que sabe dónde ir, cómo llegar y qué hacer allí. En el Viaje (el sueño), el protagonista parte y se interna en terreno hostil. Aquí comienza una sucesión de obstáculos – victorias que se presentarán como: Monstruos (pelear y matar o escapar), Tentaciones (que hay que resistir) y Peligros mortales (que se deben superar de una manera específica cada uno). La Frustración se une a la llegada, donde el viaje termina pero aún hay muchos obstáculos que superar para lograr la victoria. En la Pesadilla, una nueva serie de pruebas se presenta, con un obstáculo final que usualmente sólo el protagonista puede superar. Aquí llega el Escape Milagroso y el alcance de la meta / el tesoro, reino, princesa. Finalmente se asegura una vida nueva que se extiende indefinidamente hacia el futuro.
Ejemplos son La odisea, Moby Dick, La colina de Watership, Indiana Jones y la Última Cruzada.
4 Viaje y retorno
El protagonista se interna en una Tierra Mágica, donde las leyes normales no se aplican. Al principio todo es extraño pero fascinante. Eventualmente encuentra el lado oscuro de las cosas y comienza a sentirse amenazado. Conquista el sitio o escapa y en el proceso aprende algo o logra sobreponerse a fallos en su carácter. Finalmente regresa habiendo madurado y crecido por la aventura.
En la etapa de Anticipación, vemos al protagonista aburrido, curioso, impulsivo, muchas veces inconsciente de la verdadera naturaleza del mundo porque es joven o inmaduro. En un momento dado toma conciencia de otra realidad alternativa, cae o pasa por un portal o pasadizo mágico a otro mundo. En el Sueño o fascinación, explora este nuevo mundo extraño donde todo es fascinante y excitante, pero donde nunca se siente del todo a gusto. En la etapa de Frustración el ambiente comienza a volverse oscuro y amenazador. Una sombra empieza a hacer notar su presencia y el protagonista se siente atrapado. En la Pesadilla, la sombra se muestra con todo su poder y se revela en contra de nuestro héroe, que parece condenado. Justo cuando parece que todo acaba mal, el protagonista escapa de forma dramática hacia su mundo original habiendo crecido como persona.
Es la clásica historia de Alicia en el País de las Maravillas, Laberinto, El Mago de Oz, Los viajes de Gulliver, Narnia (el león, la bruja y el armario), Coraline, La Princesa Mononoke, Robinson Crusoe, El Señor de las Moscas, etc.
5 Comedia
Para Booker, la comedia es un gran nudo de relaciones entre un numeroso elenco, relaciones distorsionadas por la falta de comunicación. La niebla de la incomprensión es mantenida por una figura oscura, a menudo pariente del héroe, pero a veces el mismo héroe confundido.
A diferencia de las otras historias, el villano aquí casi nunca se vence; a menudo es redimido, llevado a un punto en el que admite sus errores y con alegría se une a la fiesta de los otros personajes liberados de la niebla. Los malentendidos se aclaran, las relaciones quedan alineadas correctamente y todo se soluciona satisfactoriamente.
Booker no aplica aquí la misma estructura que al resto de los argumentos, sólo refiere a tres etapas: Bajo la sombra, donde una comunidad (pueblo pequeño, barrio, grupo de gente) está bajo la niebla de la confusión, desorientación y frustración por culpa de una mala comunicación que los hace cerrarse en sí mismos. Apretando el nudo, donde la confusión crea una presión negativa, donde todos parecen ceder a un estado de pesadilla. Finalmente la Resolución, trayendo a la luz temas antes no reconocidos las percepciones cambian drásticamente. Las sombras se disipan, la situación se transforma milagrosamente y el pequeño mundo se reúne alegremente.
Ejemplos encontramos en las comedias de Shakespeare, Sueño de una noche de verano, La fierecilla domada y Mucho ruido y pocas nueces, casi toda la obra de Jane Austen, algunas obras de George Bernard Shaw.
6 Tragedia
La descripción que hace Booker de las tragedias se acerca mucho al concepto de Tragedia Clásica. Es la historia del villano, cayendo en espiral hacia el mal y luego siendo derrotado por el héroe. Aquí, la resolución se logra sólo con la muerte o la destrucción del personaje principal. El final trágico es visto como justo, incluso aunque podamos simpatizar con el villano y ver algunas de sus elecciones como correctas o forzadas por las circunstancias.
En la etapa de Anticipación el protagonista se siente incompleto o insatisfecho y se centra en alguna gratificación inusual, un objeto de deseo o un curso de acción extraño. En el Sueño, el protagonista sigue este comportamiento hasta que no hay retorno. Al principio las cosas van bien, aunque esté haciendo “cosas malas” nadie se percata ni lo persigue. Incluso si lo atrapan, nadie parece poder detenerlo y piensa que puede salirse con la suya. Llegada la Frustración, las cosas comienzan a ir mal, primero de forma imperceptible pero los problemas van creciendo. Quizás el refuerce entonces su comportamiento o se sienta un poco amenazado (real o imaginariamente). E la Pesadilla las cosas comienzan a irse seriamente fuera del control del protagonista. Comienza a sentirse amenazado y solo. Las fuerzas que actúan en contra (el bien) y el destino parecen cernirse sobre él. Finalmente sobreviene la Destrucción o etapa del Deseo mortal. El protagonista está a punto de caer, por algún acto final de violencia o debido a los distintos enemigos que ha hecho (las fuerzas que ha despertado en su contra). La muerte o la destrucción del héroe trágico libera al mundo que le rodea de la oscuridad que había forjado, y el mundo sin él se regocija.
El Rey Lear, Hamlet, Macbeth, Othello, Fausto, Edipo Rey, Don Juan, El anime Death Note, muchas historias de crimen como Buenos Muchachos y Caracortada tienen este tipo de argumento.
7 Renacimiento
Este tipo de historias muestran un protagonista atrapado en un entorno negativo por un poder malvado o aspectos negativos de su carácter hasta que un personajes catalizador (mago, fantasma, hada, su mitad buena o el niño que fue) lo ayudan a salir despertando su habilidad de amar y reordenando sus prioridades en la vida.
Es la forma más optimista de la Tragedia, con final feliz. Uno de los problemas con esta trama es que el héroe no se ocupa activamente de su problema, debe ser rescatado por otra persona (u otra versión de sí mismo), y por lo tanto evita la resolución de su conflicto interno.
Las etapas son: El protagonista cae bajo la sombra de un poder oscuro (externo o interno). En el Sueño, las cosas parecen ir bien y la amenaza parece incluso desvanecerse. En la Frustración, todos los malos augurios y sombras regresan con toda su fuerza, hasta que el héroe (o la heroína) se ve encarcelado en el estado de muerte en vida. Esa Pesadilla continúa, hasta que el poder oscuro parece haber ganado completamente. Finalmente sobreviene el Escape milagroso, donde un personaje fuertemente simbólico logra la redención del Protagonista.
Ejemplos de este argumento podemos ver en Cuento de navidad de Charles Dickens, La bella durmiente, La bella y la bestia, El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett, Silas Marner de George Eliot, La saga de Star Wars, Megamind, etc.
8 Rebelión contra “El Único”
El héroe es una figura solitaria que inicialmente presiente que “el Único” lo quiere controlar y dirigir. El protagonista cree que debe conservar su independencia o la negativa a someterse. Con el tiempo, él se enfrenta con el impresionante poder de “el Único” y lo vence, pasando a formar parte del resto del mundo otra vez.
En algunas versiones, “el Único” es retratado como benevolente, como en la historia de Job, mientras que en otros el lector se queda convencido de que es malévolo, como en 1984 o Brasil. Aunque Booker no lo menciona, una variación común es la negación del protagonista a presentarse como salvador y finalmente ganar contra el poder unívoco. En The Matrix, la resistencia de Neo finalmente lleva a un mundo mejor. Otro ejemplo es la serie de Los Juegos del Hambre, donde la rebelión de Katniss finalmente conduce a la caída tanto del tirano original como de su potencial sucesor, lo que resulta en un mundo más libre.
En este argumento, Booker no establece etapas por considerarlo menor.
9 Misterio
El Misterio es otro argumento que Booker considera de menor categoría, pero que separa de los siete argumentos básicos como otra posibilidad.
En primer lugar, se define al Misterio como una historia en la que una persona en principio ajena a algún evento dramático (como un asesinato) intenta descubrir la verdad de lo sucedido. A menudo, lo que está siendo investigado en un Misterio es una historia basada en uno de los otros argumentos.
Booker no gusta de la trama básica de Misterio porque el detective o investigador no tiene conexión personal con los personajes que ha de entrevistar o con el crimen que está investigando. Por lo tanto, argumenta Booker, el detective no tiene ningún conflicto interno que resolver. Esto puede ser cierto en muchos Misterios, incluyendo algunos de Sir Arthur Conan Doyle o Agatha Christie. Sin embargo, en otras historias el detective tiene un interés personal en el terreno, lo que da lugar al deseado conflicto interno, a menudo un dilema moral. Chinatown, es un ejemplo que me viene a la mente. También Asesinato en el Orient Express y El halcón maltés (sólo por nombrar algunos clásicos).
No obstante, es cierto que los argumentos de Misterio a menudo no dejan al lector con la sensación de que el mundo ha sido totalmente curado (después de todo, las víctimas inocentes siguen estando muertas). Esto lo diferencia de la mayoría de las historias básicas, con la excepción quizás de la Tragedia.
¿Está todo dicho?
Este tipo de aproximaciones reduccionistas quizás den el falso mensaje de que los escritores no tenemos esperanza de crear un argumento nuevo y original, pero es como decir que nadie puede crear una silla con un diseño original sólo porque ya de antemano entra en la categoría muebles para sentarse, subcategoría silla. Si todas las estructuras argumentales están tipificadas, nuestra historia por fuerza tendrá que entrar en una categoría, la originalidad no está en qué decimos, sino en cómo lo hacemos.
Por otro lado, es ciertamente beneficioso para los autores que luchamos por llevar adelante una historia poder entender las estructura similares que ya han sido creadas y probadas, para solucionar esos detalles que quizás estábamos pasando por alto.