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Los arquetipos en la literatura fantástica | #FantasyMarch

Publicado el 28 marzo 2018 por Carmelo Carmelo Beltrán Martínez @CarBel1994

El artículo Los arquetipos en la literatura fantástica | #FantasyMarch es propiedad de Carmelo Beltrán.

¿Tienes un segundo? Entonces te quiero pedir un favor. Si te place, piensa durante un instante en tus obras de literatura fantástica favoritas. ¿Las tienes ya en mente? Bien, ahora te mando mi siguiente cuestión: ¿reconoces patrones en los personajes? ¿Roles claramente definidos? ¿Estereotipos que se repiten de manera recurrente? Estoy seguro de que es así. Al fin y al cabo, se trata de arquetipos. Hoy vamos hablar de los más habituales en la literatura fantástica, aunque se pueden extrapolar a cualquier género.

Arquetipos literatura fantástica

Los arquetipos en la literatura

Hace no demasiado tiempo te hablé en este mismo espacio sobre Las doce horas del héroe. Joseph Campbell, mitólogo y estudioso de las religiones, había identificado y compilado en su ensayo El héroe de las mil caras los patrones que de forma recurrente se repetían en mitos, leyendas y religiones. Además, fuimos conscientes de cómo su estructura se reflejaba también en la mayoría de las novelas, películas y series contemporáneas que consumimos y disfrutamos de manera habitual.

Porque sí. Desde que el ser humano es tal, hemos mantenido el mismo esqueleto en las historias. Puede que el envoltorio haya virado, pero los cimientos permanecen inmutables.

Y no, no ha sido únicamente el envoltorio lo que ha permanecido inexpugnable al tiempo. Para nada. Ciertos elementos que contiene continúan jóvenes, como si los siglos no pasaran por ellos. Me estoy refiriendo a los roles de los personajes. Han aguantado en su posición de manera estoica. Sus papeles, funciones y conductas se conocen hoy como arquetipos. Ellos son los protagonistas del artículo que nos ocupa.

¿Qué es un arquetipo?

Se han dado muchas definiciones de arquetipo. No obstante, una que ha permanecido como más acertada en el mundo del marketing es la que brindó Jung, un gran experto en la materia, en el año 1959. Este los definía como formas o imágenes de un colectivo que ocurren de forma paralela a lo largo de la tierra como consecuencia de los mitos. Y, al mismo tiempo, de forma biológica basada en el pensamiento de los productos individuales de origen inconsciente.

No es la única definición que hoy quiero sacar a relucir. Como siempre que hablamos de términos interesantes, un vistazo a la Real Academia Española no está de más. Esta, en su cuarta acepción, define el mismo como imágenes o esquemas congénitos que forman parte del inconsciente colectivo. Esta misma institución afirma en su tercera acepción que se trata de el modelo de cualquier manifestación de la realidad.

Puede que la primera de las definiciones que se han mostrado sea un poco arisca a la hora de ser comprendida en el momento actual contemporáneo en el que nos encontramos. Por ello creo que las que regala la Real Academia Española nos brindan una mayor precisión, al menos en cuanto al tema que hoy estamos tratando. Esto es, para determinar aquella con la que se refieren a los arquetipos en el mundo del storytelling y la literatura en general.

¿Por qué se utilizan los arquetipos en la literatura fantástica?

La razón que subyace a su uso es que conforman una serie de roles que permiten conectar con los lectores. Son una serie de formas de conducta con las que nos hemos sentido identificados a lo largo de toda nuestra existencia. En la actualidad es hartamente complicado desprenderse de su significado. Forman parte de la cultura popular general y, más afianzado, de muchos colectivos.

Los arquetipos presentan formas e imágenes de un colectivo natural. Surgen como representaciones de las experiencias humanas. Definen las personalidades de los propios lectores, que se sentirán identificados con los personajes. Es una vía de otorgarles voz, de lograr que se sientan dentro de la narración. Así se consigue que ellos mismos se consideren los protagonistas.

Por esta misma razón, y como mera curiosidad, se han empleado los arquetipos en el marketing desde hace muchos años. Se utilizan, ante todo, en el campo del storytelling. Se busca que el consumidor se relacione con los valores que la marca propugna a través de una historia donde estos son ofrecidos y narrados a modo de cuento. Si se consigue, será mucho más proclive a hacerse con el producto o servicio ofertado.

Una clasificación sobre arquetipos literarios

Sí, digo una porque las hay a miles. Muchos han sido los expertos que han considerado su propia clasificación. Cada uno la ha creado con sus propios criterios acerca de qué roles pueblan las historias de manera habitual y cuáles son los más identificados por los seres humanos y su memoria.

No obstante, a la hora de escribir estas líneas he querido quedarme con la de Woodside del año 2010. Me parece la más acertada. Su fama le precede. Realiza una selección de roles con la que todos nos vamos a sentir identificados en mayor o menor medida.

Por supuesto, es menester avisar de que no todos los personajes encajan al ciento por ciento en las definiciones. Por suerte, la literatura es mucho más compleja que elegir los arquetipos que mejor encajen en nuestra narración. Aun así, si miramos con perspectiva, seremos conscientes de que muchos protagonistas y personajes con los que hoy disfrutamos están impregnados de la esencia de los arquetipos.

A lo largo de la clasificación se va a tratar de brindar ejemplos para que todos podamos comprender de mejor manera esta clasificación.

La clasificación de los arquetipos

Última fuerza: se da en el momento en el que un gran obstáculo es encontrado y tiene que ser superado. La fuerza tiene que ser probada en esta tarea y normalmente las posibilidades de éxito recaen en exclusiva en una persona, que es aquel que conforma el estereotipo. En particular, se puede decir que es cualquier héroe sobre el que recae la última esperanza del mundo. Por ejemplo, Frodo. Solo él es capaz de llevar el anillo y no corromperse por el camino. Todos los demás han sucumbido siempre a su fuerza y tentación. En las obras de Tolkien, como El señor de los anillos, se pueden encontrar distintos exponentes de esta clasificación.

Sirena: se le representa como un personaje que destaca por su inteligencia. Su fuerza radica en la atracción y sus instintos para generar, a conveniencia, la respuesta que buscan en un hombre. Normalmente, su presencia se asocia al tema de la sexualidad y del placer, aunque su fuerza puede encontrarse en los ámbitos más diversos. Lo más habitual es que pongan a prueba la fuerza y el autocontrol del protagonistas. En este caso, lo sencillo sería señalar a Ulises y las sirenas, el famoso mito. Sin embargo, para llevárnoslo de manera completa al terreno literario, ¿por qué no hacemos referencia a Felurian y Kvothe? El pelirrojo tiene que soportar la tentación del placer que Felurian le regala. Al principio cae totalmente prendada por ella, pero es capaz de mantener la fuerza de su cabeza, mantenerse frío y salir del lugar donde habita. El nombre del viento y El temor de un hombre sabio cuentan con arquetipos de manual.

Héroe: el protagonista de la novela en casi todas las ocasiones. Es un personaje que enarbola la fuerza y la competencia. Suele construirse de la mano de la última esperanza. Va a tener que probar su valía a partir de los actos más valerosos y la novela nos va a narrar su evolución desde una persona ajena al mundo de la aventura hasta su conversión en héroe para cambiar a mejor el mundo. Es quien suele realizar los doce pasos que conforman la historia del héroe. No necesitamos demasiados ejemplos, pues todo lo identificamos, pero podemos señalar a Vin en Nacidos de la Bruma.

Antihéroe: es justo lo contrario al héroe. Nos encontramos ante un arquetipo que refleja a un personaje que rompe las reglas para alcanzar las metas. El fin justifica los medios. Está decidido a participar en todo acto necesario, causar el caos y no preocuparse por la crueldad empleada, siempre y cuando consiga sus objetivos. Lo más habitual es que se mofe de los personajes más puros, pero, aun así, nos enamoramos de ellos con habitualidad. Creo que Golden, de El guardián entre el centeno, es el mejor ejemplo que se me ocurre.

Creador o creativo: un personaje que se vale de la imaginación e inspiración para hacer frente a todos los desafíos que el héroe y su grupo encuentra por delante. Su vida está empapada de creatividad. Lo enfoca todo desde este punto de vista. Desde la más pequeña innovación hasta la forma en la que organiza sus quehaceres diarios. Se define por su originalidad, creatividad, imaginación y la forma en la que se crea y se diferencia del resto. Un ejemplo podría ser cómo Tyrion es capaz de utilizar su ingenio en todo momento para convertirse en uno de los personajes más importantes de Canción de hielo y fuego.

Cambio maestro: rol que interpretan los personajes más intuitivos. Están encaminados a marcar la diferencia a partir de los cambios que ellos mismos condicionan. Representan la transformación, la mejora personal y el deseo de ser el único que pueda controlar su destino. Rechazan la idea de depender de una sociedad en la que normalmente no encajan y quieren para su vida algo más de lo que les está ofreciendo la realidad. Si tuviera que elegir uno sería Wednesday en American Gods.

Rompemoldes: un personaje que es capaz de influenciar las decisiones de otros. Es capaz de inspirar a sus seguidores, de dejar claro que nada tiene que seguir como está si no quieren. Convence al mundo de lo que es capaz de hacer y les lleva de la mano hasta lograr sus objetivos. Suelen ser el mejor líder mundial para la tarea conforme el argumento de la historia forme parte. Kelsier y su manera de liderar una revolución en Nacidos de la Bruma.

Hombre sabio: un arquetipo que no necesita ningún tipo de presentación. Representa la experiencia, el consejo y la herencia de sabiduría. Lo más habitual es que haya superado las pruebas del tiempo, que aglutine conocimiento por los cuatro costados y que esté dispuesto a ponerlos en manos del protagonistas para que pueda desarrollar de mejor manera su cometido. Gandalf, sin ninguna duda. En Harry Potter este papel lo encarnaría Dumbledore.

Leal: ese amigo que personaliza la amistad, fidelidad y la seguridad de ser siempre un apoyo, pase lo que pase, suceda lo que suceda. Es el bastón del protagonista. Un personaje sin el que nunca podría haber logrado sus metas. Está en un segundo plano, pero su influencia es más que clara. Permite desplazarse al resto de personajes por el mundo con una mayor confianza. Ron, de Harry Potter.

Hada madrina: representa la guía y el cuidado del niño. Evoca la pureza, el alimento en todos los sentidos y el calor de una madre. No tiene por qué ser la progenitora, puede ser cualquier otro personaje que esté en constante preocupación por él, normalmente desde las sombras. En este apartado me gustaría señalar a Auri, de El nombre del viento, y la forma en la que cuida en todo momento de Kvothe en la distancia y en silencio.

Engatusador: otro de los roles con los que todos estamos acostumbrados. Es el personaje que exhibe un alto nivel de intelecto y conocimientos secretos, pero en lugar de ayudar los emplea en su propio interés. Los utiliza para desobedecer reglas y la forma convencional de comportarse. Persuade y seduce a quien sea por interés y utiliza a las personas como medios para sus objetivos. ¿Alguien ha dicho Meñique de Canción de hielo y fuego?

Enigma: representa un rol que encarna el mensaje universal del universo. Está cargado de misterio, suspense e incertidumbre y toda la trama suele circular alrededor de descifrarlo. Para no salirnos de la fantasía, se va a escoger a Cthaeh como el mejor representante.

Estos son los roles más habituales que toman los arquetipos en el la literatura. ¿Los tenéis identificados? ¿Seríais capaces de añadir más ejemplos a estos que ya he dicho? ¿Encontráis más patrones que merezca la pena comentar? ¡Bien! Pues dejadlos en los comentarios.

El artículo Los arquetipos en la literatura fantástica | #FantasyMarch es propiedad de Carmelo Beltrán.


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