Revista Salud y Bienestar

Los avances en reconstrucción de la mama están contribuyendo a desmitificar este tipo de cirugía

Por Fat
La cirugía reconstructiva de la mama es una de las áreas de la cirugía plástica en la que más se está innovando. “En los últimos años hemos asistido a importantes avances gracias a los cuales se empieza a desmitificar este tipo de cirugía y podemos proporcionar a la mayoría de nuestras pacientes una reconstrucción mamaria natural y definitiva”, asegura el Dr. Jaume Masià, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Cáncer de Mama, el Dr. Masià señala que “con estos significativos progresos, podremos mejorar la calidad de vida de las mujeres que, desafortunadamente, han sufrido un cáncer de mama, una patología que, a pesar de los avances médicos y de las campañas de prevención, todavía afecta a 1 de cada 12 mujeres en España”.
En estos momentos, estamos asistiendo al inicio de una nueva etapa en el tratamiento integral del cáncer de mama. En palabras del presidente de la SECPRE, “ahora sí disponemos de las herramientas y la experiencia necesarias para poder realizar una recuperación integral. Gracias al procedimiento TBAR (Total Breast Anatomy Restoration), la reconstrucción de la mama se complementa con el tratamiento quirúrgico del linfedema”.
La técnica del TBAR consiste en la restitución total de las alteraciones anatómicas que se producen con la cirugía oncológica del cáncer de mama. Se trata de conseguir una corrección, tanto morfológica como funcional, de las secuelas que genera la cirugía ablativa.
“En este sentido, -explicó el Dr. Jaume Masià- cuando planteamos una mastectomía con vaciamiento axilar o con ganglio centinela, el objetivo se centra en reemplazar la mama amputada por el tejido del propio cuerpo más parecido al seno perdido. Asimismo, debemos reemplazar los ganglios resecados con el vaciamiento o con la biopsia del ganglio centinela”.
En el caso de la reconstrucción mamaria, con el tratamiento del TBAR se utiliza la técnica DIEP, que consiste en aprovechar el exceso de piel y grasa del abdomen a nivel sub-umbilical, vascularizándola a través de los vasos perforantes del sistema epigástrico inferior. Dependiendo del patrón de mastectomía que se realice, se transportará más o menos cantidad de piel al tórax.
La restitución funcional ganglionar se realiza mediante la transferencia vascularizada de ganglios del sistema epigástrico superficial hasta la axila. “Estos ganglios se extraen de manera selectiva, sin poner en riesgo el drenaje linfático de las piernas, y disecando los canales linfáticos aferentes. De la misma forma, antes de realizar el abordaje axilar, realizamos un mapeo linfático del brazo mediante el escáner PDE (el primer escáner de canales linfáticos) para tener localizados los canales linfáticos aferentes braquiales, los cuales se unirán mediante una anastomosis linfático-linfática a los ganglios transferidos”, según indicó el Dr. Masià sobre esta técnica.
“De esta manera, -comenta el especialista- habremos restituido la mama con el tejido graso y la piel más similar a la mama original, y a su vez, habremos reemplazado los ganglios vascularizados, que se conectarán a la red linfática del brazo mediante una sutura directa de los canales aferentes”.
Este tipo de abordaje representa un paso muy significativo en la minimización de las secuelas que provoca el tratamiento del cáncer de mama. “La reposición de la mama tras la mastectomía y la práctica eliminación del riesgo de padecer un linfedema modifican, incluso, el panorama terapéutico del cáncer de mama, al poder realizar cirugías oncológicas más seguras para las pacientes, garantizando una excelente calidad de vida después del tratamiento”, concluyó el experto.

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