Un estudio desarrollado por un equipo de investigadores de la Universidad de Barcelona y la Universidad Pompeu i Fabra, concluye que a partir de los nueve meses los bebés comprenden que el habla se integra con la gesticulación. Habitualmente los seres humanos hablamos y gesticulamos como una manera más efectiva de transmitir la información.
En estudios anteriores sobre la percepción del habla en los bebés se ponía de manifiesto que los pequeños tienen la capacidad de poder percibir la sincronización existente entre los movimientos de los labios y el sonido que se corresponde con estos, pero hasta la fecha no se había estudiado cuándo eran capaces de comprender la integración del habla con otros gestos comunicativos, como por ejemplo nombrar un objeto y señalarlo con el dedo.
La respuesta llega de la mano de este estudio que ha intentado determinar cuándo y cómo los bebés empiezan a ser sensibles a la integración de los gestos con el habla, esta comprensión permitirá que meses más tarde los bebés realicen combinaciones entre gestos y habla para poder comunicarse mejor.
En el estudio se ha trabajado únicamente con bebés de nueve meses debido a que todavía no han desarrollado la capacidad de combinar los gestos con el habla. Los expertos querían explorar la sensibilidad de los niños ante la coordinación entre un gesto y la parte acústica más destacada de un discurso o conversación, algo que los expertos en lingüística identifican como sílabas acentuadas prosódicamente, es decir, el ritmo, la entonación, la duración, etc. Se mostraron a los pequeños unos vídeos en los que aparecía una persona que señalaba mientras decía una palabra, gesto y habla ocurrían al mismo tiempo y de forma integrada.
Al principio los bebés prestaban atención pero cuando se acostumbraron empezaron a aburrirse, en ese momento se les mostraron otros vídeos en los que la persona hablaba y señalaba, pero en este caso habla y gesto no estaban perfectamente integrados como ocurría en el primer vídeo. Aquí explican que los expertos observaron que los niños volvían a mirar las imágenes con mucho interés, los investigadores han realizado una valoración sobre este hecho: “esto nos indica que con sólo nueve meses los niños son capaces de notar si una persona hace coincidir el gesto con la parte más prominente del habla, la sílaba acentuada”.
Para los expertos los resultados revelan que la percepción de prominencia es multimodal y que los niños son conscientes de las combinaciones gesto-habla antes de que ellos puedan reproducirlos. Podéis conocer más detalles sobre este trabajo a través de este artículo publicado en la revista científica Infant Behavior and Development.
Foto | Paparutzi
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Los bebés comprenden que el habla se integra con la gesticulación