Un nuevo estudio hecha mayor luz sobre las cualidades de interpretación de los bebés en lo referente a los idiomas con los que toman contacto. Se ha podido descubrir por tanto que los bebés recién nacidos son perfectamente capaces de distinguir algunos pares de idiomas como el francés y el inglés o el japonés y el inglés, pero en casos como un reconocimiento entre el catalán o el castellano recién a los cuatro meses son capaces de diferenciar las dos lenguas.
Se trata de conclusiones que pudieron obtenerse gracias al trabajo de estudios neuronales y de comportamiento que se realizaron a un grupo de bebés por parte del Grupo de Investigación en Adquisición y Percepción del Habla de la Universitat Pompeu Fabra, cuya coordinadora es Nuria Sebastián, quien comenta:
“Los retos de la Neurociencia en el siglo XXI. Observando el pensamiento y la plasticidad cerebral”.
En referencia a los niños que se desarrollan en hogares bilingües comentó:
“la mayoría de los seres humanos no aprenden más de una lengua desde el nacimiento”…”Si cada uno de los padres habla un idioma, el que el niño aprende primero es, por lo general, el de la madre, debido seguramente a que ha tenido un mayor tiempo de exposición a su habla”.
Se ha podido comprobar en ésta investigación también que los niños que conviven con dos idiomas tienen un cerebro más flexible que les permite la capacidad de distinguir el sonido de dos idiomas diferentes aún después de los 8 meses de vida ya que desarrollan mejor aspectos de su función ejecutiva.
Así mismo se ha podido identificar que aquellas personas que tienen dificultad para aprender nuevos idiomas sufren de algún pequeño déficit auditivo que no le representa obstáculo alguno para aprender la lengua materna pero que si crea problemas cuando se quiere aprender una extranjera, sobre todo en lo que se refiere a la pronunciación.
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