Si estás leyendo este post, estoy segura que es porque eres una mamá, un papá o quizá profesional de la educación preocupado por mejorar la vida de los pequeños de tu vida.
En este post voy a contarte de forma muy concentrada y lo más aclaradora posible lo que es la Pedagogía Pikler y alguna de las múltiples ventajas que te puede aportar su implantación en vuestra vida familiar diaria.
¿Qué es la metodología Pikler?
Antes de adentrarnos en este interesante enfoque pedagógico, lo primero que debo hacer es presentarte a Emmi Pikler, autora del movimiento.
Fue una médica húngara, formada en Viena que comenzó su trabajo como pediatra en Budapest en la década de 1930, acompañando a familias en la crianza y evolución de sus hijos. Para ella el estado de salud del bebé no solo significaba medir su peso y talla, sino que iba mucho más allá. Tenía en cuenta el movimiento de los niños, el vínculo afectivo y el establecimiento de las relaciones afectivas con el entorno.
Después pasó a ser la directora del Orfanato Loczy, también en Budapest, donde se llevaban a cabo una serie de coreografías de cuidados, fruto de las investigaciones y estudios realizados anteriormente, con la finalidad de crear un entorno amable y un desarrollo integral seguro rompiendo los estándares de hospicio que se practicaban hasta la época.
De ahí surgió la pedagogía Pikler o también llamado metodología pikleriana o enfoque pedagógico pikleriano.
Principalmente este enfoque se centra en crear una armonía entre la salud mental, física, emocional, a partir de un desarrollo saludable, basado en el movimiento libre, en el vínculo afectivo y en la competencia innata de los bebés.
Realmente esto conlleva un cambio de mirada a la infancia, pensando en nuestros niños como individuos competentes con capacidades adaptadas a su edad, no seres pasivos dependientes.
Como toda pedagogía, la pikleriana también tiene sus máximas:
Movimiento libre y actividad autónoma
Esta es una de las máximas dentro de la metodología.
Son innumerables los estudios realizados por Emmi Pikler, basándose en miles de horas de observación, los que han ido constatando la repercusión que tiene el movimiento libre en el desarrollo integral de los niños.
Genéticamente venimos programados para conseguir de forma autónoma hitos evolutivos del desarrollo, como son; el volteo, gateo, bipedestación (ponerse de pie y caminar). Así como la conquista del entorno a través de la exploración y acción autónoma.
Todos estos hitos, los bebés los van conquistando ellos mismos sin necesidad de la interacción directa del adulto. Para que vayan alcanzando sus propios logros deben de contar con un vínculo afectivo seguro y un entorno favorable que les permita la exploración autónoma.
Cuando hablamos de movimiento libre, nos referimos a toda actividad física autónoma que un niño lleva a cabo sin interacción del adulto.
Por el contrario, ¿qué es la interacción directa?
-Manipulación de su cuerpo sin avisar o sin su permiso.
-Hamacas, tronas… (Todo dispositivo que amarre y no permita su movimiento libre)
Obviamente existen muchos momentos en el día en los que se requiere la interacción directa, pero hay muchos otros que se pueden evitar y así favorecer sus movimientos autónomos.
Relación afectiva privilegiada
Para que exista un desarrollo integral sano es de vital importancia que exista un vínculo afectivo seguro. Hasta ahí seguro que estamos todos de acuerdo, ¿verdad? pero, ¿cómo se consigue esto?
Principalmente una relación sana y un apego seguro, se basan en una atención plena y un profundo respeto. Podría decirse que donde se pone más énfasis es en aquellos momentos de cuidado, situándolos como momentos privilegiados en los que compartir, participar mutuamente y sentirles competentes y capaces:
Aseo, alimentación y descanso son los tres pilares fundamentales en los que compartir estas situaciones privilegiadas que marcan la diferencia.
Buen estado de salud y el juego
Esta pedagogía viene acompañada de hacerles sentir competente en sus capacidades. Por esto mismo, ellos mismos van a ir explorando su propio cuerpo y el entorno de forma autónoma. Esto va a permitir que vayan adquiriendo conciencia de sí mismos y de su realidad a través de sus propias acciones.
Para que exista desarrollo integral a nivel físico, mental y emocional, deben estar cubiertas sus necesidades básicas (fisiológicas) y emocionales. Esta premisa, que aunque se da por sentado, muchas veces no se tiene tan en cuenta o se despista al vivir en la sociedad de la inmediatez y las prisas.
El juego, que aunque está ligado con el movimiento libre y actividad autónoma, es importante que se atienda desde el momento en el que comienza, y ofrecer materiales no estructurados, para que así su juego no se vea condicionado si no que tenga rienda suelta a su creatividad.
Beneficios de esta pedagogía
Los beneficios de la pedagogía Emmi Pikler nos daría para escribir largo y tendido, por lo que he seleccionado y sintetizado para ti los beneficios principales que supone implementarla en tu estrategia de crianza de tu hijo:
- Sano desarrollo postural. Al permitir el movimiento libre y la actividad autónoma, va conquistando etapas en función del momento en el que se encuentre, evitando que se salte algunas de ellas si se ha forzado alguna postura, como sentarle si no lo ha logrado por sí mismo.
Además tendrá una mayor higiene postural, mejor equilibrio, coordinación… En definitiva, un desarrollo más natural y saludable.
- Conciencia de sí mismo y de su entorno. la exploración le permite ir conociendo sus limitaciones ir estableciendo sus límites corporales con respecto al espacio (por ejemplo: si tu hijo cuando corre, salta sin miramiento y siempre hay alguien detrás que lo agarra, nunca va a tomar conciencia de que si salta y se cae, se hace daño, y es un aprendizaje necesario). Esto les permite, entre otras cosas, caerse menos, concentrarse más e ir teniendo un mayor equilibrio y coordinación.
- Autoconfianza y mayor tolerancia a la frustración. Ir conquistando sus propios aprendizajes le permite ir estableciendo sus propios ritmos, le crea mayor seguridad a no tener una exigencia externa sino que él mismo se marca sus metas y aprende a disfrutar sus propios logros sin expectativas de refuerzos positivos ajenos.
- El desarrollo de su creatividad no tiene límites ni sin exigencias y le ayuda a ir incorporando normas sociales y límites de convivencia.
¿Qué puedo hacer en casa para llevar a cabo estos principios?
En muchos aspectos, aplicar esta pedagogía puede ser un giro total en tu concepto de crianza y mirada hacia la infancia.
La clave está en que la relación debe establecerse desde el trato respetuoso e igualitario, con profunda confianza en tu hijo, creyendo en sus capacidades.
La comunicación es un punto fundamental de este proceso, ya que debe ser un dialogo entre armonía e igualdad de posibilidades. La verbalización juega un papel imprescindible, para pasar de considerar a tu hijo como un sujeto pasivo a un sujeto activo. La narración le va a acompañar y le hará tomar conciencia de cada situación o acontecimiento que esté viviendo.
Para que puedan darse la actividad autónoma y el juego libre de forma satisfactoria, el espacio debe ser seguro y cumplir con algunos requisitos:
- Entorno más o menos despejado que cuente con una superficie firme y cálida, que le invite a reptar y ser. Dando cabida a la exploración, con el entorno y con su propio cuerpo. (Por ejemplo, contar con una superficie con esterillas amplias).
- Juguetes, material no estructurado, elementos cotidianos, que sean seguros y con diferentes texturas, tamaños, durezas, temperaturas… Que enriquezcan sus sentidos y den rienda suelta a su creatividad.
- Ropa amplia, cómoda que le permita el movimiento.
- Estar disponibles, acompañarle más desde la presencia, la palabra y la mirada que desde la acción física directa. Reducir las interacciones físicas a cuando él lo demande.
- Adaptar los momentos de alimentación, en el caso de que no tenga adquirida la posición de sentado, acompañarle en la comida desde el regazo. Y en el caso de que ya haya adquirido dicha postura, facilitarle una silla de escalón para que pueda subirse y comer en la mesa con los demás miembros de la familia. Otra opción sería una silla baja y comer con él en una mesa adaptada a su tamaño.
- En el momento de aseo es igualmente importante ir verbalizando todo el proceso y que vaya tomando conciencia de su cuerpo, animándole en todo momento a participar. Contar con un cambiador que permita el movimiento libre, hará las cosas mucho más fáciles para ambos. El que te dejo a continuación sería un buen ejemplo:
Seguir la crianza con la metodología Pikler es una alternativa pedagógica a la que merece la pena darle una oportunidad en vuestra vida, tiene infinidad de beneficio respecto al vínculo familiar que se crea y el desarrollo saludable (en todos los aspectos) de los pequeños hasta llegar a su vida adulta.
¿Conocías esta metodología de crianza? ¿La implantarías en tu vida diaria? Me encantaría saber tu opinión y tu experiencia si ya la estás aplicando, deja tu comentario y estaré encantada de leerte y responderte ☺
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