El sistema de calor infrarrojo, resulta muy práctico y natural, permitiendo obtener resultados en menos tiempo y sin los conocidos problemas
respiratorios del exceso de humedad. El profundo calor de la sauna de infrarojo ayuda a dilatar los vasos sanguíneos periféricos, aumenta el oxigeno a los músculos agotados, y trata de mejorar la artritis.
Alivia dolores musculares y de las articulaciones. Los músculos se distienden, ganando en flexibilidad articular. Reduce el stress y síntomas de cansancio.