El éxito de la talasoterapia no necesita demostración. De siempre, el agua de mar ha curado los males y dolencias del ser humano. Por esta razón, antes de lanzaros al agua, o de optar por tal o cual centro de talasoterapia, conviene conocer una serie de criterios que os ayudará a escoger aquél que ofrece las mejores garantías para una cura profesional.
¡Qué delicia, poder dedicarse una semana a uno mismo, y dejar que lo mimen sin límites de ningún tipo! Si nos encontramos en ese caso, es que realmente estamos necesitando una cura de talasoterapia. Es más, hoy en día, muchos centros han abierto un Spa, permitiendo la asociación de una cura corporal con otro tipo de tratamientos para el bienestar general.
Beneficios del agua de mar:
El agua de mar es siempre la misma, en cualquier parte del mundo. Este elemento vivo es rico en oligoelementos, minerales y plancton… Todos son elementos nutritivos que el organismo necesita para vivir.
De esta forma, tanto los baños de agua de mar calentada a 33º, las duchas a presión, los baños de algas… permiten al cuerpo recargarse y renovarse con rapidez.
Las algas son muy ricas en yodo, calcio, fósforo, potasio, cobre, cinc, hierro y poseen virtudes tonificantes y remineralizantes. Calentadas más allá de una cierta temperatura, liberan ciertas substancias antivirales y antibacterianas.
En cuando a los barros marinos, se les reconoce por sus virtudes analgésicas. No podemos olvidarnos que el aire marino, asociado a una mañana o a una tarde de cuidados, garantiza la recuperación del sueño perdido.
Debemos saber que la base de los cuidados de talasoterapia está indicada en todos los institutos. Las especialidades (cura antitabaco, adelgazamiento, postparto, bienestar, piernas pesadas) se basan en prestaciones más específicas, y que no por ello dejan de ser menos eficaces.