Revista Ciencia

Los beneficios del juego simbólico

Por Davidsaparicio @Psyciencia

A lo largo de la historia, hemos adquirido habilidades esenciales mediante el juego y la observación. Desde la prehistoria, las culturas cazadoras-recolectoras hasta las tradicionales de hoy se favorecen de las conductas que se aprenden mediante la imitación.

El juego simbólico es todo aquél que sea espontáneo, que surge naturalmente, en el que los niños pueden recrear escenarios donde combinan hechos reales e imaginarios. Se trata de recrear eventos como si estuvieran pasando en realidad, donde ellos son personajes y su imaginación cobra vida. Una escoba se convierte en caballo, una pluma se transforma a una varita mágica, o los niños pretenden hacer las compras en el supermercado de su habitación como si fueran padres de familia. 

Ocurre, especialmente, cuando la persona está relajada y no está bajo estrés. Usualmente carece de cualquier tipo de propósito práctico. 

Esta actividad es fundamental, incluso se aplica dentro de los espacios terapeuticos como recurso para evaluar conductas y establecer un rapport con los niños. Se asocia con habilidades cognitivas mejoradas – así como el lenguaje, funciones ejecutivas y la perspectiva al hablar. Todas ellas son esenciales para el desarrollo social, neurológico, emocional y académico. 

Tanto para desarrollar habilidades sociales, como para fomentar la creatividad, el juego simbólico se compara con un “multivitamínico metafórico” , así como lo refiere el Dr. David F. Bjorklund en la editorial publicada Neuroscience and Biobehavioral Reviws

David resalta que aprender mediante el juego ha cambiado con las exigencias de la sociedad contemporánea. Expresa que es lamentable cómo la cultura moderna parece ignorar la sabiudría evolutiva sobre cómo la mejor forma para educar a los niños. 

En contexto

La enseñanza directa de adultos-niños es rara en las culturas tradicionales, y seguramente lo era para nuestros ancestros, por ejemplo los cazadores. Sin embargo, es normal que con la evolución los métodos estén cambiando. Con la llegada de tecnologías complejas, así como la demanda de habilidades de matemáticas y lectura, se hizo necesaria la escolarización formal, que se ha extendido a la primera infancia. 

Anteriormente, aprender mediante el juego alcanzaba para cubrir las exigencias básicas de un curriculum, pero el sistema preescolar moderno enfatiza la enseñanza directa – la cual se caracteriza por pedagogía diseñada para niños más grandes. Bjorklund comparte que esto es un reflejo del desajuste evolutivo entre las capacidades evolutivas de los niños pequeños y las demandas de la sociedad contemporanea. 

Los beneficios 

  • Refuerza la capacidad del cerebro para el aprendizaje enfocado.
  • Aumenta las herramientas psicosociales
  • Facilita la expresión de sentimeintos
  • Fomenta independencia y autonomía
  • Expone la identidad que el menor está desarrollando, así como posibles conflictos internos
  • Mejora el aprendizaje de conocimiento cultural, y habldiades durante un periodo más prolongado. 
  • Favorece el desarollo motor 
  • Favorece la flexibilidad cognitiva
  • Fomenta la tolerancia a la frustración, organización y planeación
  • Faciolita la comprensión y el manejo de su propio cuerpo. 

El Dr. Bjorklund señala que el juego simbólico se vuelve más complejo a partir de los 7 años, aproximadamente, debido a que durante estos años los niños integran habilidades complejas que van adquiriendo. Es increible lo que se puede transformar en este periodo, ya que la plasticidad neuronal y las habidlaides sociales-cognitivas se benefician enormemente.

En comparación con los sistemas preesoclares que se enfoan en la instrucción directa, el curriculum que prioriza el juego simbólico muestra más efectos positivos a largo plazo, tanto en el desempeño académico como en la actitud hacia la escuela.

Conclusión

Fomentar el juego simóblico se puede lograr de diferentes maneras, y es esencial procurar los espacios donde se permita dar vuelo a la imagniación de los niños. En terapia, los padres se quejan frecuentemente de ciertas conductas en sus hijos – que juegan solos, que les gusta “perder el tiempo” – y se inquietan cuando descubren que en el consultorio tambien utilizamos el juego como herramienta terapéutica.

Se nos olvida que el juego una de las mejores formas para iniciar los procesos de aprendizaje, mediante la creatividad, el niño puede conectar consigo mismo y el mundo. Además, es su forma natural de conocer su entorno, fortalecer su desarrollo y aprender de sí mismo. 

Referencias:


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