Revista Televisión
La BBC (si no me equivoco de cadena) se adelantó este año a Showtime y comenzó a emitir la segunda temporada de "Episodes" antes que la cadena americana. De hecho, se estrenó el mismo domingo que regresó "Weeds", de modo que casi coincidió con la emisión de la season finale en Inglaterra. Y yo, que soy muy especial, no he visto el capítulo hasta este fin de semana. Y eso que he disfrutado muchísimo de esta temporada que ha superado, ampliamente, a la primera. Ahora toca comentarla, así que si no sabes cuántas bolsas de regalo se lleva Beverly de la fiesta de la season finale, no sigas leyendo. De lo contrario, ven, vamos a colocarle el hombro a Matt LeBlanc.
El día de la gala de "El hombre del año" ha llegado. Lapidus recibirá su premio mientras su despacho se queda vacío: en la cadena no le quieren después del fracaso que ha supuesto "Pucks" y de que rechazase la serie del perro. Serie a la que intentaron buscar rival en aquella maravillosa reunión de tormenta de ideas en la que destacó Myra y su "Gypsies!". Uno de los momentazos del año sin duda. En torno a Lapidus se ha tejido una trama muy divertida, en la que han participado su mujer Jamie, Matt LeBlanc y Carol (no olvidemos que lo de Jamie y Matt comenzó por una paja furtiva en el visinado del Piloto de la serie). Dos parejas que han vivido ocultas la una de la otra, pero que han termiando quedado al descubierto en la fiesta. Y todo porque Beverly (geniales todos los paseos con Carol y que me recordaban mucho a los que se dieron Frances Conroy y Kathy Bates en "Six Feet Under") se lo chiva a su nueva mejor amiga. Nunca un "mmm" dio tantos problemas. Como los que ha tenido la propia Carol con Sean. Después de la noche que pasó con Matt la relación con su marido no ha vuelto a ser la misma. Decidieron separarse, y aunque eran conscientes de que seguían queriéndose, ninguno era capaz de admitirlo. De hecho formaron también un cuarteto curioso al liarse con Morning y su hermano Rob (James Purefoy). Pero el amor ha terminado triunfando y van a volver.
Las otras tramas que han dado cuerpo a la tempoada han sido las de Matt (si ganó el Emmy por la primera temporada, por la segunda debería, por lo menos, volver a aspirar a ganarlo). Por un lado todo lo que ha tenido que ver con "Friends", desde los muñequitos que tiene en su mesilla de noche, pasando por la reunión de "Friends" que tendría lugar en su funeral, o que ninguno de sus ex-compañeros le cogiese el teléfono, para culminar con el cameo de James Michael Tyler (Gunther). Y por otro, su relación con Labia, la stalker que ha vuelto a su vida después de haber conseguido una orden de alejamiento. Y su acercamiento a ella puede costarle la custodia de sus hijos. Y todo porque la prensa se metió con él y le llamó Matt LeBlob. Otros momentos para el recuerdo han sido los protagonizados por la secretaria de Sean y Beverly. Su "Oh God, I ate Paul" quedará siempre para el recuerdo. O las apariciones estelares de Myrna, que sólo por su cara merecería un spin-off. O el momento en el que Matt confiesa quién fue la primera famosa con la que se acostó. Todo ello en el coche camino del funeral del padre de Lapidus, que ni corto ni perezoso abandonó el funeral para hablar por teléfono con Matthew Broderick. O todo el mal que dio Morning con su operación y su mejilla caída. Pero si por algo ha sido grande la season finale ha sido por esa pelea entre Merc y Matt en la que ha terminado metido Sean y de la que Jamie, por razones obvias, no se enteraba de nada.
Showtime ya ha terminado de emitir toda la segunda temporada, pero aún no se ha pronunciado al respecto en cuanto al futuro de la serie. Hace un año os diría que me daría igual que no renovase, pero hoy digo que sí, que quiero más "Episodes".