Oímos en la actualidad hablar de movimientos independentistas, estado federalista, diferentes acepciones de lo que todos conocemos hoy como España.
En este país la historia ha sido tergiversada, maquillada, falseada, utilizada e incluso ocultada, dependiendo del régimen político que se mantenía al frente de los destinos de los ciudadanos, siendo los intereses de estos grupos de poder los que marcaban la historia conocida del momento. Eso nos ha obligado a desconocer gran parte de nuestro pasado, dependiendo de la época en la que nos educamos.
Uno de esos episodios que no son del todo conocidos, es la rebelión cantonal en España.
Corren en España los años 70 del siglo XIX y reina desde 1870 el rey Amadeo I, se encuentra con la guerra de independencia de la Isla de Cuba, comenzada dos años antes de su llegada al trono, al que se le suma una nueva guerra carlista que aflora en 1872 y finalmente renuncia al reinado en 1873. Tras lo cual se declara en el Congreso la I República española en febrero de 1873. A partir de este momento los propios republicanos federalistas entienden la declaración de la república como una autentica revolución y empiezan a crear juntas revolucionarias.
Comienza la insurrección en Cartagena, el 12 de julio por la Junta revolucionaria de salvación pública, Una serie de ciudades españolas se declaran independientes del poder central y proclaman su propio cantón. Tras ellos sitios tan diferentes como Torrevieja, Alcoy, Salamanca, Toro, Betanzos, Utrera, Córdoba y Coria, entre otros. Curiosamente Cataluña y País Vasco se mantuvieron impasibles ante esta apoteosis descentralizadora y federalista, convirtiéndose esta en una autentica sinrazón que lleva a Granada y Jaén a una guerra por sus límites, Utrera se independiza de Sevilla que en respuesta declara una guerra contra Utrera que acaba perdiendo. Coria quiere independizarse de Badajoz o Betanzos de La Coruña. Pero los acontecimientos más relevantes se encuentran entre Madrid y Cartagena.
Cartagena, aprovechando que el grueso de la armada se encuentra amarrada en su puerto, se hace con su control, diplomáticos internacionales se dirigen allí, para mediar entre España y Cartagena que se proclama como país independiente y acuña su propia moneda, el gobierno cantonal entabla relaciones con los Estados Unidos de América y solicita su adhesión como estado independiente de los EE.UU., pero Cartagena se encuentra ya sitiada, los centralistas han tomado las defensas de la bahía y giran sus cañones contra la ciudad, los buques de la Armada que quedan en poder del gobierno centralista consiguen acceder al puerto y los cañonazos se intercambian entre los barcos, iluminando con sus llamas la ciudad. El 6 de Enero de 1874, un obús cae sobre el polvorín del parque de artillería, su explosión destruye una buena parte del mismo. Quedan tan solo unos días para la revolución cantonal. Cartagena se encuentra prácticamente destruida. 327 edificios han sido destruidos en su totalidad, 1500 han sufrido serios daños en su integridad y tan solo 27 quedaron en pie, ilesos.
Con la revolución cantonal muere la 1ª república española en el golpe de estado del general Pavía y tan solo unos meses después se reinstaura la monarquía borbónica en España con la subida al trono del rey Alfonso XII, que tras los convulsos años del sexenio revolucionario se gana el apodo de ”El Pacificador”.
Autor del artículo: Ramiro Hoyuela
Imagen: forocartagena.net