Si tu país es demasiado grande para ser eficaz como democracia, entonces dividirlo en partes más pequeñas confederadas entre sí puede ser una buena idea. Los recientes movimientos hacia la celebración de un referéndum sobre la independencia de Cataluña respecto a España son un ejemplo en esa dirección.Dmitry Orlov, 2013The five stages of collapse
Lo que más me interesa de una posible independencia de Cataluña no es obviamente la formación de un nuevo Estado, ni que se desvista un santo (el parlamento español) para vestir a otro (el parlamento catalán), sino la descentralización del poder y por ende una mayor oportunidad para que una nueva rebelión cantonal u otra rebelión similar pueda tener éxito en el futuro. Cuanto menos ejército, tamaño, dinero y aliados tenga un Estado, menor tenderá a ser su poder contrarrevolucionario. Los cantones de Alcoy y de Cartagena habrían durado más si desde Madrid no se hubiera mandado al ejército republicano unitario a reprimir, según palabras del presidente Emilio Castelar en 1873, "la criminal insurrección que ha tendido a romper la unidad de la patria, esta maravillosa obra de tantos siglos".