Los bosques de castaños son un espectáculo natural de la región del volcán Etna. En otoño, además de las castañas a punto, ofrecen un maravilloso follaje con tonos amarillos, rojos y ocres.
El castaño (Castanea sativa) es un árbol de hojas caducas típico de la zona mediterránea con un tronco erguido que puede medir hasta 30-35 metros. Es un árbol que crece en terrenos profundos, frescos y ácidos. Necesita temperaturas templadas; mientras en toda Italia se encuentra a 900-1000 metros de altura, en la zona etnea se ubica a 1500 metros, en donde caen copiosas lluvias sobre un terreno volcánico que congenia perfectamente con el castaño.
Castañas
Historia del castaño: una planta milenariaSu origen es controvertido: no se sabe a ciencia cierta si proviene de Persia o de otra zona del Oriente medio. Fue introducido en Europa hace 2500 años y los romanos se encargaron de difundirlo por este continente. Tanto Homero como Virgilio lo mencionan en sus obras. Plinio cuenta que las castañas se consumían tostadas y que con su harina se hacía un pan especial destinado a las sacerdotisas que rendían culto a Cibeles (diosa de la tierra), las cuales tenían prohibido alimentarse con cereales.
Usos y aplicaciones del castañoLas partes que se utilizan son las hojas y la corteza, para uso medicinal; los frutos, como producto alimenticio y cosmético; y la leña para calefacción y ebanistería.Dada la calidad comestible y económica de los frutos es llamado el “árbol del pan”. Las hojas utilizadas en infusión son un buen remedio para la tos. El líquido de la corteza hervida es un tónico intestinal, útil para la disentería. De la cocción de la cáscara de los frutos se obtiene un colorante natural, capaz de dar al cabello reflejos rojizos.
El castaño de los cien caballosA esta longeva planta se asocia una curiosa leyenda. Esta narra como debajo de las ramas de un enorme castaño se refugiaron de un temporal la reina Juana de Angiò y su ejército. Este castaño, que existe hoy en las faldas del Etna, es llamado “il castagno dei cento cavalli”.