A mediados de enero finalmente vi la última película de Hellraiser. Tenía muchas ganas de verlo, sobre todo porque Clive Barker es uno de mis escritores favoritos y me parece fascinante ver una adaptación de uno de sus personajes o historias. Barker describió la película como una nueva versión "muy suelta" de la película original.
Mi experiencia con las películas anteriores fue muy buena. Sobre todo con el segunda de esta franquicia. Sus efectos visuales y la forma en que representaron esos cuerpos desgarrados y destrozados me pareció asombroso.
Entiendo que esta nueva película no es un remake, sino un reinicio de esta historia.
Aquí vemos a una chica que junto a su nuevo novio deciden robar una caja de seguridad que no saben que contiene ni para quien es. Ambos se sienten decepcionados cuando ven el artefacto adentro, ya que no saben qué es, pero ella decide quedárselo.
Resulta que este artefacto es la mismísima caja de Lemarchand, que puede traer a este plano criaturas aterradoras como los cenobitas.
La acción comienza solo a la mitad (dura más de 2 horas). La apariencia de los cenobitas esta muy cambiada y la que mas se destaca es Pinhead, quien ahora parece una mujer.
Me gustó esta película, pero no me encantó. Es buena para pasar el tiempo.