Revista Coaching

Los ciegos y el elefante

Por Alberto Barbero @albarbero

Elephant Eye

Cuatro ciegos discutían sobre cómo era un elefante. Al no ponerse de acuerdo, decidieron acercarse a uno de los elefantes del poblado para comprobar quién tenía razón, pues cada uno daba una versión distinta del animal.

El primero de ellos tocó una pata del animal y repuso:

“Lo veis incrédulos, un elefante es como un gran pilar, una columna fuerte y rígida”.

El segundo ciego le tocó la trompa y exclamó:

“Pero qué dices, el elefante es como un gran palo, fuerte y flexible a la vez, como yo decía”.

El tercero tocó la barriga del animal y dijo:

“No tenéis razón ni el uno ni el otro, el elefante es como un gran tonel”.

Finalmente el único de ellos tocó la oreja del animal y expuso:

“Todos estáis equivocados, acaso no comprobáis que el elefante es como un gran aventador; sentid el aire fresco que llega a vuestros rostros”.

Esta comprobación no sirvió de mucho, pues no hizo más que enfrentarlos todavía más entre ellos, dado que ahora cada uno estaba más seguro de la verdad que sostenía sobre el elefante.

En esto, un sabio que venía observando la discusión de los ciegos desde hacía rato se les acercó y les dijo:

“Pero hijos míos, ¿por qué discutir si ninguno tenéis razón y a la vez todos decís la verdad?”
Los ciegos escucharon atentamente las palabras del sabio pero no comprendían lo que acertaba a decirles, por lo que una vez más les dijo:

“El elefante no es un pilar, sus piernas son como pilares. No es como un palo largo y flexible, su trompa sí lo es. Tampoco es como un tonel, su barriga es como un tonel. Igualmente no es como un aventador, sus orejas lo parecen. El elefante es una combinación de todo eso. Ninguno estabais en posesión de la verdad, pero sin embargo esta existía y todos tenéis parte de ella”.

“Ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros juntos” (Proverbio japonés)

photo by: Capitan Giona

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